23 diciembre 2013


Lo del niño Gallardón, como le llaman en el PP, es de cine. Este tipejo reaccionario que es un barón del PP y uno de los mas reaccionarios dentro del Partido conservador. "Ese si que es de derechas..." decía su padre. Y no se equivocaba.
     Ahí está la comisión que ha tramitado la nueva proposición de Ley del PP sobre la interrupción del embarazo. Ni una sola mujer. Ahí están los científicos, los humanistas, los personajes de élite y los filósofos de progreso que cambian una Ley aprobada en la pluralidad y colocan otra sectaria y retrógrada. ¿Tu conoces a alguien? Yo no. Pero deciden sobre nuestras vidas y sobre las mujeres de este país.
      La mujer no importa.Su libertad tampoco. Lo importante, dicen, es la vida. Pero ¿Que es la vida? Como ellos piensan que el hombre es una imagen de Dios en la tierra, pues Dios tiene muchas formas de mostrarse. Las malformaciones, las enfermedades degenerativas fetales, los trastornos fetales diagnosticados en el embarazo no tendrán una salida para unos desconsolados padres. Son momentos trágicos que a quienes hemos tenido experiencias cercanas se nos nuble el sentimiento. Pero hemos venido aquí a sufrir y a ganarnos el cielo. Hemos venido aquí, según Gallardón, a "este valle de lágrimas" para ganarnos el Paraíso.
      Ese es nuestro gobierno. El que se ha votado. El  instalado en el Poder democráticamente. El puesto por la mayoría de españoles. Y ahora...¿quien es el culpable de este desaguisado?
 Los poderosos, los que tienen dinero para llevar a sus hijos a abortar en vuelos charter a Londres, seguirán haciéndolo como siempre lo hicieron. A escondidas por aquello de la sociedad falsa de la derecha que siempre hizo en años muy anteriores. Los menos pudientes seguirán con el perejil, los abortivos físicos, las pastillas abortivas sin ninguna protección sanitaria. Como siempre. Como siempre fué en periodos anteriores.
     El PP en estado puro. Los de siempre. La reacción con bonete, con olor a naftalina e incienso.
 Nos gobiernan de verdad... o no nos habíamos dado cuenta hasta ahora?


Pedro Villagrán 


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