24 enero 2013

SEIS MILLONES: MI RECUERDO DE CUANDO ERAN SOLO TRES



       Casi seis millones. Ni más ni menos que seis millones. Lo pienso y percibo un verdadero sentimiento doloroso de ser ciudadano de un país que tiene casi un 50% de su población juvenil sin posibilidades de encontrar trabajo. Porque cuando pienso en las cifras del paro, siento una desazón terrible y una sensación profunda de congoja. Un país como el mío que allá por el 2007 estuvo en unas cifras de paro minúsculas, ha caído en un porcentaje tal que llega casi a los seis millones de desempleados. Yo tengo a un hijo mío en esa dolorosa cifra. Y muchos amigos míos e hijos de amigos míos forman parte de ese enorme grupo de gente que no tienen un empleo y buscan, buscan y buscan sin conseguir nada. Hemos casi llegado a esa cifra terrible de los seis millones. Y siento dolor por ese guarismo que representa la desesperación de muchísima gente por no tener un trabajo que realizar ni un sueldo que sea la consecuencia de ese trabajo.
       He escuchado hoy con atención a los líderes sindicales, a los portavoces parlamentarios, a los líderes de los partidos políticos y todos daban un mensaje de pesadumbre y de abatimiento. No había diferencia ostensible entre los signos políticos. Tanto en las filas del PSOE como del PP, como en otros grupos, todos comulgaban hoy con que era una cifra dolorosa y trágica. Todos participaban en la mismo ánimo de abatimiento.
       He pensado, en el silencio de la tarde, sentado en mi chimenea después de comer, en esa cifra y en las consecuencias que ella conlleva para tanta gente. Consecuencias laborales, afectivas, sociales, económicas, amorosas, lúdicas…etc   De pronto he sentido un dolor especial y un sentimiento raro.   Me ha venido a la memoria un momento para mi muy doloroso en el recuerdo.
       Estaba yo en mi despacho del Senado en 2008, un martes de pleno por la tarde, y acababa de llegar de Málaga. Había estado escuchando las noticias y me había enterado que el paro había subido en España a casi tres millones. Era allá en Diciembre del 2008. Vi en la Tele la intervención en rueda de prensa de Corbacho, el ministro de Empleo. Me quedé frío y con un dolor enorme por el fracaso en la gestión del Gobierno en mantener el Empleo. Bajé en el ascensor con algunos compañeros de grupo para ir al Pleno, pues había control al Presidente del Gobierno y comentábamos entre todos esas dolorosas cifras. Todos participábamos en ese sentimiento colectivo de angustia y de tristeza. Vimos en el trayecto hacia el pleno a compañeros de otros grupos políticos (ninguno del PP) que participaban en el mismo sentimiento de desazón y nos lo comentaban. Cuando entramos en el salón del Pleno casi todos los senadores del PP ya estaban en sus escaños. Me fui al mío para esperar la entrada en el salón de Zapatero que iba a someterse a las preguntas de la oposición. Miraba al grupo popular y notaba una alegría importante en sus caras. Pío García Escudero estaba como un pavo real con sus plumas abiertas. Estaba exuberante y próvido mirando a su grupo. En esto entró en la sala de plenos el Presidente de Gobierno. Una enorme pita proveniente del Grupo Popular llenó todo el espacio de la cámara. Los Socialistas comenzamos a aplaudir para darle apoyo y apagar un poco los pitos.!!Fuera, Fuera!! Gritaban. Empezaron a corear “¡!!Tres millones, Tres millones, Tres millones!!! Y todo el grupo popular gritando y riéndose soezmente.
       Es, verdaderamente de los momentos en que he sentido mas desazón en mi vida. La boca se me puso agria y asquerosa de hiel. No entendía la cara de Pio García Escudero. No entendía aquel espectáculo. No entendía una actitud parecida de aquella gente. ¿porqué se alegraban?. El presidente intentaba sin éxito mantener el orden. Solo fue posible cuando éste último le dio la palabra a García Escudero. Se hizo el silencio. Bueno…el Grupo  Popular se calló. En mi vida he escuchado una intervención tan desagradable, tan mezquina, tan miserable y tan ruin como la pregunta que le realizó Pio García Escudero a Zapatero aquel día. No fue una pregunta sino una serie de aseveraciones terribles contra el Gobierno y su Presidente. En su intervención me di cuenta con toda objetividad que lo que quería en su intervención era simplemente hacer daño y erosionar lo mas gravemente posible a Zapatero.  Y me di cuenta en mis adentros que lo que estaba pasando era mucho más que grave. El grupo Popular estaba contento de haberse alcanzado la cifra de los tres millones.
       Era totalmente increíble. Es decir que los senadores del Grupo Popular se alegraban de haber llegado a los tres millones de parados porque eso les acercaba a la Moncloa. Totalmente inconcebible. Inconcebible pero era totalmente verdad. Dos o tres días después  de aquello me seguía dando vueltas la cabeza de porqué la alegría del PP. Y a partir de ese momento cada vez que hacían o decían algo los miraba siempre por el mismo prisma de aquel episodio.
       Aquello de “que se jodan” de aquella diputada del PP tiene cierta relación con ese posicionamiento. Es que el PP sale de otra “clase”, defiende otros planteamientos , defiende a otras gentes.
       Un día paseaba con mi padre allá por los 60 por mi ciudad y noté que mi padre despreciaba a un tipo que nos saludó en la calle. Cuando le pregunté porque le despreciaba me contó que cuando el Movimiento y las derechas se alzaron contra la República, aquel tipo se fue con su coche (un Hispano Suiza) con dos tipos más armados con fusiles a dar tiros a todo el mundo que en el campo se cruzaba tocado con una boína. Era para lesionar a los que no eran de su clase. Era para hacer “una cacería de obreros”
       Pues lo mismo es cuando el PP se ponía contento con el paro.
       Y ahora En Enero del 2013, que el número de parados ha llegado a seis millones como gestión y responsabilidad del PP ¿Quién se rie? ¿Quién se alegra? ¿Quién lo valora como una pérdida de apoyo de los ciudadanos en su gestión cara a las próximas elecciones?
       Yo estimo mucho  a este país y a sus gentes. Pertenezco a su clase trabajadora. Y a mucha honra. Y me duele como no os podéis ni imaginar cuando las gentes de mi clase pierde su puesto de trabajo. Es una parte de mi. Por eso soy distinto, y a mucha honra, a la que decía “que se jodan” desde el escaño del Congreso (Fabra), y a los que se alegraban en el Senado porque en el Gobierno de Zapatero se había llegado a tres millones.
       Lástima, y es verdaderamente lastimoso, que nuestro pueblo olvide fácilmente. Porque éstos que se alegraban con los fracasos de Zapatero con el paro, ahora en el poder llegan a los seis millones después de prometer por activa y por pasiva que tenían la varita mágica de la recuperación del empleo. Hemos llegado a los seis millones y ahora nadie se alegra ni pone cara de satisfacción. Todo el mundo calla. Parece que no pasa nada. Pero a mi se me ha quedado grabada la cara de Pío García Escudero y de los senadores del PP bronqueando al Presidente del Gobierno gritando y riéndose alborozados  desde sus escaños ¡tres millones, tres millones, tres millones!!!


Pedro Villagrán
25.01.13


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