Este mediodía
he estado en el Mercado Central. Por cierto he comprado unos lenguados de los
que hemos dado buena cuenta Marisa y yo que a la plancha estaban magníficos. También
he estado comprando unas manzanas fuji preciosas en apariencia y con un sabor
magnífico.
El hombre que
vende la fruta en el Mercado es un viejo conocido mío desde hace mucho tiempo.
Cabalga por los lares del progresismo y sin ser Marx es un hombre cercano a las
tesis que yo defiendo. Encontrar un tipo así, que nos vota con toda seguridad, y
además lo dice, es una bicoca maravillosa. Miguel es un buen tipo. Un día
coincidí en la caseta del PSOE en la feria del Rincón de la Victoria, donde me invitó
a una copa y es la única vez que lo he visto fuera de su puesto de verduras. Si.
Miguel es un hombre progresista,
defensor de la igualdad de género, enemigo de los curas, aficionado del Barça y
además tiene buenas verduras y frutas. Por eso yo soy un comprador incondicional
suyo. Mi padre me enseñó a nunca comprar ni participar en mercar con alguien
que fuese un facha. Lo tenía clarísimo y me lo inculcó. Por ello no entiendo
que personas muy cercanas a mi compren en comercios de propiedad de personajes
de la ultraderecha sin preocuparle en lo más mínimo. Para mi si voy a comprar
algo y la única posibilidad es comprársela a un facha, pues se lo compro sin más
pero utilizo un buen tiempo en buscar
y buscar otra posibilidad de encontrar otro mercante. Por eso mi amigo Miguel,
el frutero del Mercado Central, es mi específico suministrador de frutas. Tiene
buena mercancía y, además, es de los míos.
Podríamos
considerar a Miguel un votante socialista de unos 35 años, trabajador y
propietario de unas tierrecillas en la Axarquía con frutales como chirimoyos mangos y poseedor de un puesto en el Mercado Central
de Málaga. Cuando Miguel me ofreció este mediodía sus ricas y bellas manzanas
Fuji, sonriendo y con cara pícara, me dijo “Que bonitas y que buenas son. Son
Magníficas. Lástima que vengan de donde vienen” “Ni ellos mismos se entienden”.
Yo lo miré y cogí las manzanas, le pagué
y me fui para mi coche diligente. Me quedé pensando en el camino a quien se
refería mi amigo Miguel. Cuando llegué al coche miré las manzanas y realmente
en el oscuro parking eran mas bellas que en el propio mercado. Tenían un
sellito pegado y quise leerlo. No me dejaba la penumbra. Encendí la luz del
coche para leerlo. Yo esperaba Israel, Túnez, Siria, no se, cualquier sitio
raro en donde “ni ellos mismos se entienden”. En el sellito ponía “Sant Pere
Pescador. Girona”
Cuando puse la
radio en el coche estaban en una tertulia hablando del asunto del soberanismo
catalán y de su discusión en el Parlament de Cataluña. “ni ellos mismos se
ponen de acuerdo”. Hasta los socialistas se han roto en el grupo en dos
fracciones diferenciadas. Unió va por otro lado. Convergencia sigue manteniendo
su planteamiento y Esquerra…Esquerra como siempre al follón y al lío.
Una vez más
Cataluña está en boca de los españoles de a pié tipo mi amigo Miguel, que no
entienden nada. Se ha aprobado esta tarde una moción en pro del soberanismo
apoyado por CIU,ERC,ICV-EuiA. Y esa moción es una bandera de la división y del
separatismo. Pero es además, de la ruptura, de la ilegalidad dentro dekl
Estado. En ese acuerdo extraño aparece la debilidad de los partidos nacionales
y la fuerte discrepancia entre todos
ellos. La suma de toda esa amalgama de divergencia llega apenas al 55% de la
población catalana. Y con eso ¿A dónde se va? Nadie entiende nada. Y si nadie
entiende nada… imaginaos mi amigo Miguel.
Yo, lo
reconozco, quiero a Cataluña. Es una tierra maravillosa, emprendedora,
receptiva y muy atractiva. Sus gentes, sus tierras, sus paisajes, sus ciudades
y su ambiente me entusiasman. Barcelona es la joya del Mediterráneo y es un
orgullo para ella y para el Mediterráneo. Pero sus representantes no son los
mas útiles y provechosos. No hay suerte. Y a los hechos me remito. Si la Constitución del 78 “corta
las alas de la libertad a Cataluña” como dicen algunos…pues cambiemos la Constitución. Pero
no en el sentido que le venga mejor a tal o cual personaje o personajillo, sino
en el acuerdo de todos los que apoyamos en el 1978 la norma general de
funcionamiento. Todos. Todos. Y yo también.
No es
concebible España sin Cataluña. Eso es evidente. No lo entiende nadie. Por eso
el follón que hay ahora. Un PP en contra,
un PSC débil y dividido, ICV también sin apoyo estatal, CIU dividido y Esquerra
…como siempre. Es normal que mi amigo Miguel no entienda nada y la tome con las
manzanas de Sant Pere Pescador que son, verdaderamente,
las más sufrientes victimas de este embrollo que ni él, ni yo, entendemos.
Pedro Villagrán
23.01.13
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