23 diciembre 2012

EL EJEMPLO DE MOURINHO


       A nadie le niego mi sentimiento culé. Desde que era niño simpatizaba ya con el CF Barcelona. En aquellos lejanos tiempos el rival total de mi equipo era el Athletic de Bilbao. Después, y no se realmente porqué, el Real Madrid fue tomando ese relevo en ser el verdadero adversario del club de mis simpatías. Hoy tengo igualmente tendencias simpáticas hacia el club vasco y me da pena verlo como está esta temporada con tantos problemas en su plantilla.
       Eso de ser culé no me hace perder toda la objetividad en la opinión que merece para mí, la actitud que enarbola en este año el Real Madrid. Porque siempre el Madrid fue un equipo elegante, señor, educado, respetuoso con el contrario y defensor del buen futbol. Ello le ha hecho granjearse las simpatías de aficionados de todas las condiciones sociales y lugares de la tierra. Y siempre ha sido un orgullo para todos, que fuera uno de los abanderados del futbol en nuestro país.
       Pero desde que llegó el nuevo equipo técnico, liderado por Mourinho la cosa ha cambiado. A nadie se le escapa que éste es un tipo petulante, malencarado, soberbio, ambicioso y despreciativo que no dice nada a favor de la buena imagen de siempre del Real Madrid en el mundo del futbol. Y que conste que a lo mejor es un marido excelente y cariñosísimo, un padre ejemplar y magnífico y un ciudadano totalmente irreprochable. Pero en el asunto de la imagen y la actitud de representatividad de un club del Real Madrid, deja mucho que desear. Por lo menos ese es mi criterio. Y como le decía a un acérrimo hincha del Madrid, mi buen amigo Carlos, hace más de un año, este asunto termina mal. Porque las cosas así siempre terminan mal. Y no es que tenga falta de tacto solamente, que no la tiene. Y no es que sea un soberbio, que lo es. Y no es que sea un déspota que lo es. Es que da una imagen de grosería mayúscula que enerva a todo el mundo.
       Verdaderamente debe de ser harto difícil lidiar una plantilla llena de millonarios jóvenes, fuertes, gallardos y pimpollos llenos de opulencia y lujo. Pero si a eso se le aumenta con criterios de nacionalidades, de soberbias mal entendidas, de preferencias personales subjetivas y de caprichos explicados solo por el autoritarismo y la prerrogativa, la cosa va mal en peor.
       Es importante que el Real Madrid resuelva sus problemas de cuadro técnico y vuelva a ser aquel equipo señor y elegante de otros tiempos. Y que vuelva a jugar al futbol con alegría, deportividad y jovialidad, como corresponde a un juego deportivo y no con el patadón, la agresividad y la cara desencajada como si se estuviese en una batalla campal contra los filibusteros.
       ¿Y que tiene que ver esto del futbol en un blog como el mío que habla sobre todo de política? Pues si. Todo es política.
       El exabrupto, la destemplanza, la grosería, la brusquedad, el resoplido y la salida de tono, nunca fueron buenos para la acción cívica de nuestra vida cotidiana. Y más si a ello se le añade el  autoritarismo, el despotismo y la intransigencia, el nepotismo y la arbitrariedad y los privilegios por vía selectiva. Si todo se toca, todo queda en una maraña enloquecedora.
       Algunos de esos grandes defectos, muy puntualmente son colocados, casi sin percatarnos, en la acción diaria de nuestro entorno sin el más mínimo escrúpulo. Y ello   da un resultado totalmente desolador. Y por ello me parece bueno ponerlo en mi blog para criticar esos males tan comunes que vemos y padecemos en nuestra vida rutinaria para separarlos definitivamente de nuestro entorno.
       ¡¡¡Si a lo mejor Mourinho nos va a servir para ser mejores, más solidarios, mas iguales y mas simpáticos! ¡Fíjate por donde!


Pedro Villagrán
23.12.12

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