13 octubre 2012

RONALDO Y LA CRISIS MUNICIPAL





     En el Ayuntamiento de mi ciudad, donde estamos en la oposición, ha habido una remodelación interna del Grupo Municipal Socialista. Unos han salido al obligarles a la dedicación completa al Grupo, otro se va por otra responsabilidad más provechosa y lucrativa y otro queda, solitario, a la intemperie del apoyo del Partido.  Esa escenografía no es nueva. Desde que estamos en la oposición, en  todas las legislaturas se da el desagradable e indeseable espectáculo de dimisiones, cambios y ascensos que dan, evidentemente, una imagen de inestabilidad, de inconsecuencia y de debilidad política mayúscula,  que hacen mella en nuestro electorado que no entiende absolutamente nada.
       Estoy en mi casa viendo con atención en la tele municipal esa noticia, con algunas declaraciones de los responsables y  a mi perra Olga da un aspaviento porque ha escuchado un ruido en la calle, toca con su rabo el mando a distancia y en la tele sale, en un cambio de canal, ni más ni menos, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro. Para un culé como yo, pensé que era un atentado y una afrenta a mi persona. Pero me quedo mirándolo un momento y no le veo mucha diferencia con la imagen televisiva perdida por el rabo cimbreante de mi perra. Erguido, desafiante y fanfarrón, Ronaldo se da golpes como los de un poseso sobre su pecho. Parece que se va a hacer bastante daño de tan fuerte como son los golpes sobre sus potentes pectorales. La cámara centra su cara y le noto por la boca que pone que dice claramente y gritando “EU, Eu, Eu”. Yo, yo, yo. Sigue dándose golpes fuertes en el pecho y después, como en un teatro insólito, abre los brazos y con una sonrisa de triunfo invita a sus compañeros a que le feliciten y le rindan pleitesía además de reconocer la enorme y única suerte de tener un tipo como él, único, en sus filas.

      Es un tipo extraño este Ronaldo del que estoy casi seguro que su final en el Madrid va a ser de los que terminan con traca final. Y que conste que es un magnífico jugador. Que tiene un instinto de gol como muy pocos jugadores del mundo. Que tiene una potencia de tiro de una fuerza terrible. Pero no es una pieza de engranaje, no es humilde, recatado ni disciplinado para la formación de un grupo cohesionado y fuerte. Que mete el hombre  goles…claro que está bien pero no es un hombre de grupo, ni de formar una pieza de un colectivo sólido. Que es un futbolista maravilloso y que mete muchos goles. Nadie lo pone en duda. Como hay muchos Ingenieros de Caminos que hacen unas obras de ingeniería magníficas, unos jugadores de baloncesto como  Magic Jonson que encestan lo imposible, unos cirujanos muy habilidosos que hacen cirugía de alta fineza y unos maravillosos y reconocidos arquitectos que conciben un urbanismo moderno y progresista. Pero eso hay que conjugarlo con algo más. Y a los hechos me remito. En esta matraca de sociedad en la que estamos, hay que hacer grupo, ser llano, hacer equipo y sentirse uno más sin estar por encima de nadie.

       Sigo viendo la tele (se trataba de un reportaje de ensalzador de Ronaldo) y le ponían unas declaraciones donde decía que todo el mundo le tenía envidia. Y ello era porque tenía un montón de coches, era guapo, era alto y metía más goles que nadie. Además hablaba de Mourinho. Que él le daba consejos al entrenador, que el diseñaba las jugadas importantes, que el hacía el “Programa” del Madrid, que si él, que si él, que si él…  Cambié de canal. No lo podía soportar. Era muy superior a mis fuerzas. Volví al que había cambiado mi perra Olga con su rabo.

      Y allí, en ese primer canal, escuche declaraciones, comentarios, ciertos puntos de vista, manifestaciones y demás con respecto a los socialistas en el Ayuntamiento de Málaga. Unos llenos de respeto, elegancia, observancia a unas siglas, deferencia y mesura en esos momentos bastante difíciles de calibrar. Otros las patas sobre la mesa, petulancia, afectación y una absoluta inmodestia. Hasta, incluso, se hablaba, figuradamente, claro, de pistolas. Y todo en un marco que me hizo sentir  pena de haber participado, solo un ápice y en un solo momento, en la elaboración y refrendo de esa lista en los niveles orgánicos del Partido de mi pequeña responsabilidad.

       Nunca tuve claro que en la lista municipal fueran en puestos de salida cuatro  personas de importante prestigio en la ciudad,  puestas por la Candidata con su apoyo y su confianza cerrada. Tres de ellas  independientes, ( una se queda como prometió), y una militante pero que podríamos considerar escuetamente como  no “hombre de Partido” (Yo, como muchos, tengo, a lo mejor erróneamente, esa clasificación clásica  y tradicional que me ha servido, y me sirve bastante, para tener mas o menos confianza política en algunos compañeros, a pesar de los tiempos que corren y las críticas que ello acarrea). Yo pensaba que los responsables, Ejecutiva Provincial y Candidata, controlaban el tema. En ese terreno mas que resbaladizo de independientes y de hombres de izquierda libres de disciplina es complicada la navegación. Pues no. No se controlaba.

       Pero una cosa está clara. Habría que explicar el porqué, hasta ahora, se permitían las medias dedicaciones a algunos miembros del Grupo y después de la salida del flamante  responsable del Puerto, que lo estaba, y ahora  ya no se permite y se pide a todo el mundo lo que antes se permitía. Alguien debería explicarlo alto y claro. Porque alguien, y yo me lo sospecho, debe de ser responsable de, una vez más, del ascensor y la salida de la lista de los ediles socialistas que salieron de las urnas en las últimas elecciones.

       Y ya tenemos a la prensa de la derecha alabando la crisis. El “SUR”, nuestro periódico local  frotándose las manos en una parcialidad absoluta que ya conocíamos de antemano. Incluso en alguna columna una parcialidad apoyada por familiaridad manifiestamente conocida.

Y ¿quien es la pieza que se enarbola, desde la derecha local, como enseña, emblema y signo contra nosotros? Pues, desgraciadamente,  ni más ni menos, Cristiano Ronaldo dos Santos Aveiro.

 

 

Pedro Villagrán

13.10.12

 

 

 

 

 

 

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