Por parte de
los medios de comunicación se pone en entredicho, y bastante, últimamente a los
Partidos Políticos y a los políticos. Ha sido siempre la estrategia
conservadora y ello no es nuevo. Siempre he pensado que es fundamental, para un
buen funcionamiento del sistema democrático en nuestra sociedad, el
fortalecimiento de los partidos políticos. Ellos, y solo los políticos, nos podrán
sacar de esta crisis económica y de valores que sufrimos. Por ello siempre he
defendido la reivindicación de un partido socialista, el mío, fuertemente
ideologizado, plural, claramente de
izquierdas, presente en la sociedad, participativo y liderando a los sectores progresistas
de la sociedad que sueñan y piensan en un mundo mejor de progreso y que ello es verdaderamente posible.
En la entrada
del blog de ayer hacia saber que me
siento, orgullosamente, un hombre de Partido. Y ello significa ser
disciplinado, activo, presente y crítico en aras de un modelo de Organización Política que defiendo desde hace
tiempo y que actualmente presenta bastantes carencias. Y por ello de un activo
militante he pasado, casi sin darme cuenta, a un afiliado que lo que realmente
hace es ser un
analista político desde la izquierda. De ser un activista político desde hace más
de cuarenta años en las filas del PSOE, he pasado a la contemplación de los
amaneceres, de los desarrollos
cotidianos y de los ocasos de los
aconteceres políticos.
Pero este paso
a esta nueva situación personal-política no es debido, en absoluto, a una
situación decadente de mi pensamiento sino a la melancolía producida al ver las
cosas que veo y como se desarrollan.
Pero esa situación, ahora novedosa, no me impide
leerme todos los artículos de opinión enteritos, ver todos los programas de
actualidad política posibles y estar deseando siempre reunirme con mis amigos
para poner al día las informaciones, hacer las críticas oportunas a lo que
sucede y hablar de política. Y pensar siempre en la posibilidad de que un grupo
de compañeros, siempre pensando en el Partido y no en ellos, se organicen para
dar una verdadera alternativa real a las cosas que están pasando. Porque el
estar siempre diciendo que todo está muy mal no lleva a ninguna parte. A la vez
que criticar y censurar, hay que dar alternativas y ponerse a elaborar un programa alternativo que nos levante y nos
lance de nuevo a ganar espacios políticos que hemos perdido últimamente. No
olvidemos aquella frase famosa “Si usted no tiene alternativa ni solución a este problema, Usted forma parte del problema”.
Pedro Villagrán
14.10.12
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