En los
momentos difíciles en los que estamos, desde el punto de vista económico, es sorprendente
la posición del Presidente del Gobierno cuando acude a las cumbres del Unión europea.
Para él la cosa siempre sale bien para España y resulta después que, según las
otras partes, nunca se consigue nada favorable para nuestros intereses. Pero él,
gallego empedernido, siempre sale con esa sonrisa forzada como si hubiese
forzado una salida a nuestra crisis de una manera excepcional. El asunto del
rescate de las entidades bancarias dejarlo para dos mil trece es un verdadero
retraso, totalmente caótico para nuestros intereses. Pero para él no.
Los que decían
hace un poco mas de un año que cuando cambiase el Gobierno todo iba a ser de
color de rosas, están demostrando una ausencia total de confianza en ellos por
parte de la UE. Desde
que están en el Gobierno el paro ha aumentado estrepitosamente, los recortes en
Educación y Sanidad lesionan nuestros derechos y nuestro estado de bienestar y
nuestro país está objetivamente peor y más pobre que hace un año. Esta situación
hace que la ciudadanía se encuentre en total desolación y desesperanza. Pero
Rajoy sigue erre que erre con su galleguismo empedernido, negándose a informar
en el Congreso de las auténticas verdades y la realidad de lo que está
sucediendo. Estoy convencido que este gobierno es totalmente incapaz de
sacarnos de este pozo y que nos lleva totalmente a nuestra ruina como país y
como colectivo.
Recuerdo
cuando Felipe González iba a Europa a financiar a nuestro país y a solicitar planes
económicos importantes para España, estos mequetrefes le llamaban pedigüeño y cosas
parecidas. Ahora vemos a Rajoy con la canciller alemana que no le concede nada
y nos da la risa, aunque el tema sea de lo más serio. Lo que dice Holande, en
una última entrevista, es lo que estamos diciendo nosotros, sin entender nada
de economía. Si no hay trabajo, no hay riqueza. Si no hay riqueza no hay dinero
y si no hay dinero no se puede pagar la deuda. Ese es el maldito círculo
vicioso que ponía encima de la mesa el anterior gobierno y que estos
impresentables se reían y se mofaban. Y ahora resulta que es su libro de
cabecera a las espaldas de Holande que es el único hombre de izquierdas y
comprometido con el progreso y con el Euro, en ese beregenal en el que está
convertida la UE.
Yo,
sinceramente, deseo que esta situación se mejore de una vez por todas.
¡¡¡Faltaría más!!! Pero, también sinceramente, veo a este gobierno sin ningún
rumbo ni alternativa clara para sacarnos del atolladero en el que estamos
actualmente. Y ello, evidentemente, me entristece.
Pedro Villagrán
19.10.12
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