El domingo por la noche estuve muy
atento para saber de los resultados electorales en Galicia y en Euskadi,
preocupado bastante por las consecuencias que mi Partido iba a sacar. De esa
atención y tensión salió una decepción importante puesto que perdimos en ambas
comunidades de forma casi estrepitosa. Inmediatamente los de siempre empezaron
a pedir dimisiones y a cortar cabezas para así, como siempre, entrar en más
crisis todavía y complicar más los asuntos. Veía yo la Primera de TVE con una
mesa redonda totalmente infumable donde los tertulianos daban sus opiniones
sectarias y parciales contra el PSOE, recreándose en la pérdida de confianza de
la ciudadanía para el Partido Socialista. Uno de ellos, una mujer con nariz muy
larga de mentirosa que era, decía que el PSOE estaba buscando su suelo y que
cada vez era mas bajo. La verdad es que me cabreó bastante. Y desde entonces
estoy con un vacío dentro que me dura sin cesar en estos días siguientes. Llamé
a un buen amigo el domingo para comentar un poco el tema y hacerle partícipe de
mis cuitas y me sorprendió su respuesta, totalmente de consuelo. Me decía que lo que había pasado
era una cosa totalmente esperada y anunciada y que demostraba fehacientemente
la situación del Partido en su vida orgánica y su demostración hacia el
exterior de sus múltiples problemas.
Igualmente, decía mi amigo, que yo había
gastado muchísimas energías, y desde hace muchísimo tiempo, en poner en
entredicho la situación deteriorada de la Organización,
criticando y dando salidas continuamente al deterioro orgánico y de presencia en
la sociedad del Partido. Y que ante esos planteamientos, hechos sin ninguna
aspiración personal, siempre se habían recibido la misma respuesta; la
desatención, el desaire y, algunas veces la burla. Mi amigo, que había, y ha,
luchado más todavía que yo, aunque dolorido igual, se sentía aliviado así un
poco de tanta derrota y de tanto fracaso. Y solicitaba de mí esa misma
disminución de responsabilidad como militante activo de este Partido.
No me gusta hablar en primera persona
porque nunca me gustaron los personalismos pero la situación actual me obliga. Cuando salgo en prensa en
mi provincia los periodistas me llaman “antiguo guerrista”. Es un epíteto que a
mi no me molesta realmente, aunque ellos lo hacen con la intención de etiquetar
lo antiguo, “lo de antes”, lo pasado. No soy guerrista y es porque ya no hay guerrismo.
La Renovación
famosa de los nuevos líderes de los años noventa y tres y noventa y cuatro,
hicieron lo que hicieron y liquidaron concienzudamente una forma determinada de
dirigir este Partido liquidando al ostracismo cualquier disidencia alternativa
de pensamiento.
Pero una cosa tengo clara. Yo
defiendo desde entonces un modelo diferente de Partido que hoy hace claramente
aguas y que, además, no hace más que perder elecciones y perder apoyo de los
ciudadanos.
Y ese Partido que defiendo no es un
Partido de centro izquierda sino claramente de izquierdas. Es un partido plural
y unido, no uniformado. Es un Partido Federal, no una federación de partidos.
Es un Partido no institucionalizado. Es un Partido con voz propia y no la voz
de las Instituciones. Es un Partido que escucha a sus Agrupaciones Locales y
está presente con su mensaje de progreso en la sociedad. Es un Partido
ideologizado profundamente y orgullosamente responsable de su historia y de sus
políticas. Es un Partido cercano a los trabajadores y a las Organizaciones
sindicales, sobre todo a la UGT.
La supremacía de un modelo de
partido diferente al expresado y llevado hasta sus últimas consecuencias, hace
que nos encontremos en la situación en la que estamos. El divorcio absoluto
entre los distintos niveles del Partido, con una ausencia total de
participación entre ellos crea una Organización de simples intereses personales
y unidos por liderazgos también personales y no políticos.
Esta crisis no es de hoy ni de ayer.
Es de hace mucho tiempo. Esa caída en barrena viene desde que aquellos a los
que se les llamó renovadores (simplemente la renovación de quítate tu y me
pongo yo), tomaron las riendas de la
Organización. Y esa caída de apoyo de los
ciudadanos ha ido fraguándose sin hacer nunca un análisis serio de la situación
orgánica, política e ideológica. La llamada clase política (terrible esa
terminología) que ha resultado de aquellos fuegos son las brasas y las cenizas
de hoy que no quieren darse por vencida en dar una salida para hacer cambios en
profundidad con el acuerdo de todos.
Se habla de una conferencia política
próxima. Nos preguntamos quien acudirá y quien será convocado. Pues los mismos
que nos han llevado a este desastre. Que
se hace un Congreso de estudio de la situación. Nos preguntamos quién irá. Pues
los mismos. ¿Y así queremos arreglar el problema?
Pienso que sería un inmenso error
solicitar dimisiones y cortar cabezas. Lo que hay que hacer es llegar a la
conclusión de hacer un cambio en profundidad en la dinámica de trabajo orgánico
y cambiar el modelo de Partido. Yo no estoy por cambiar a Rubalcaba. Yo estoy
por darle mas poder y que cambie verdaderamente las cosas.
Desde Andalucía, desde Sevilla, se pide
mayor presencia. ¿y porqué? ¿Para qué? El Secretario General del PSOE-A llegó a
la Secretaría General
después de ser Presidente de la
Junta por elección de Chaves y aprobado simplemente y solo
por el Comité Director. Todos lo recordamos. En las últimas elecciones fue
candidato por ser Secretario General. Los resultados electorales no se merecen
hablar, con una magnífica campaña de UGT y CCOO. No lo olvidamos. Y ahora quiere
en Madrid mayor presencia de Andalucía donde gobernamos con IU.
Tenemos que reflexionar desde el rigor
y desde la mesura política. Pero sin engañarnos. Nos estamos jugando el futuro
de una Organización como la nuestra que es fundamental y vital para los intereses
de los nuestros, para los ciudadanos, para dar alternativas a la política
desastrosa del PP, y para el futuro de progreso de nuestro país. Pero para ello
lo primero es cambiar el tipo de funcionamiento orgánico, ideologizarse en la
izquierda y cambiar el actual Modelo de Partido. Ni más ni menos.
Pedro Villagrán
23.10.12
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