
Somos unos infelices. La felicidad nos hace carestía. Somos unos pobres desdichados y unos infortunados. Muchos de nosotros trabajamos pero tenemos el estigma cristiano del obligado trabajo encima de nuestras costillas. Trabajamos pero sufrimos sobre nuestros lomos la pesada carga del trabajo. Trabajamos pero tenemos que aguantar a nuestros jefes, a nuestros horarios, trabajar en los puentes como el pasado de principios de semana, cumplir el tiempo estipulado laboral y tener la responsabilidad de la labor bien hecha. Trabajamos, pero ese trabajo no nos da la felicidad y además tampoco nos da mucho dinero.
Y los que no trabajan, por las razones que sean, también son también infelices. Ya puede ser porque están jubilados y tienen otras carencias físicas que no se palian con el “júbilo de la jubilación” o porque no tienen trabajo y buscan un empleo para al final del mes llevar dinero a su casa. Esos infelices que están en el paro no tienen la felicidad.
Los enfermos, los disminuidos físicos y las múltiples formas de marginalidad hacen una enorme aglomeración de personas infelices.
Los ricos tampoco son felices. Quieren más y esa obsesión por tener más les hace totalmente insatisfechos y esa insatisfacción les hace carentes de felicidad.
Total que el mundo rosa (la vie en rose que se decía) , con los prados verdes y los pajarillos que revolotean en el azul cielo no existe ni por asomo en la actualidad.
Todos son nubarrones, desdichas, desasosiegos, infortunios, desgracias, fracasos, tribulaciones, penalidades.
Pero ¡ah! el Ángel de las promesas, el Príncipe de las ofertas y el rey de los futuros compromisos nos promete, ni más ni menos, que la felicidad. Nos promete la llegada de un mundo feliz.
Rajoy nos va a traer la felicidad. Él nos va a traer el bienestar, la placidez, la comodidad, el bienestar, el auge, la fortuna y la suerte, él nos va a traer la prosperidad. ¿Y como? Pues muy fácil. Poniendo un Gobierno, ni más ni menos, como Dios quiere. No como hasta ahora que era lo que quería Belcebú y sus acólitos, sino como dice y quiere el Sumo Hacedor. Un revoltijo de San Roque y San Pancracio, con el brazo incorrupto de Santa Teresa, y las yemas de las Madres Clarisas va a obrar el Milagro. Esa rebujina nos va a traer la Felicidad.
Pero no será un milagro como tal conocemos. Será una cosa como la cuadratura del círculo y ya que estamos metidos en faena cristiana como el Milagro de los panes y los peces.
Se le quita presión fiscal a los ricos para que, como han hecho siempre, inviertan más y hagan correr el dinero. Quitándoles presión fiscal a los que mas tienen la riqueza fluirá. Por otro lado habrá que disminuir las coberturas de desempleo, las cláusulas de los despidos y convenios colectivos mas sensatos, desde el punto de vista, evidentemente, de los poderosos. Igualmente hay que disminuir el gasto sanitario y el gasto educativo. Tenemos que reducirla la labor social y el Estado de Bienestar del Estado para con los ciudadanos necesitados de ella.
Así nos va a traer Rajoy la felicidad. Así Va a traer la felicidad: disminuyendo el déficit público y bajando impuestos a los que más tienen.
Yo. que hasta ahora creía que no entendía nada de nada economía, se me ha abierto la inteligencia mercantil. ¿Cómo no habíamos tenido antaño tales ocurrencias? ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?
¡Ozú, dios mío que de tonterías! Y tanto tiempo esperando las políticas y las promesas electorales para que el tonto de Rajoy nos venga con esas. ¡!!Lo que nos espera hasta el 20-N…!!! Y lo que nos puede esperar después…
Pedro Villagrán 02.11.11
¿Eres consciente de las barbaridades que dices?
ResponderEliminar"Trabajamos, pero ese trabajo no nos da la felicidad y además tampoco nos da mucho dinero."
"Los enfermos, los disminuidos físicos y las múltiples formas de marginalidad hacen una enorme aglomeración de personas infelices."
Entre muchas otras. Para escribir con ironía hay que tener cierta habilidad, no basta con ponerse delante del ordenador y soltar lo primero que se te pase por la cabeza. Además, por tu trayectoria política-profesional lo que se espera de ti es que cuando te pronuncies lo hagas para decir algo interesante y coherente, bien escrito y estructurado, no cualquier lamento. Por favor, no conviertas el blog en el inodoro de tu mente, que esto que has escrito parecen defecaciones.
Por cierto, el "Ozú"... y la palabra "acólito", que la pones en todas tus entradas...
ES fácil comentar con insultos tapándose en el aninimato. Espero que todo no lo haga Vd. así. Pienso que un blog no es un artículo de prensa sino la expontaneidad. De verdad que no me molestan los comentarios con críticas molestas pero me apena que haya alguien que participa en mi blog y exprese opiniones insultantes bajo el anonimato. Gracias por leer mi blog.Siempre es enriquecedor leer tonterias e incoherencias.
ResponderEliminar!!!Muy valiente lo suyo. !!!Enhorabuena por su comentario. No estoy por la labor de discutir mas con usted, con mi cara descubierta, como siempre lo hago, con una persona que se oculta en el absurdo anonimato. Para eso tambien hay que tener dosis mínimas de valentia.
ResponderEliminarNo le contestaré más. Saludos y gracias por su tiempo.