Ayer, con el comunicado de ETA se ha abierto la puerta de la esperanza. Se ha abierto la puerta de la PAZ. Mucho han tardado en declarar el fin de la violencia terrorista pero nunca es tarde si la dicha es buena. Y todo el mundo de bien está contento. Todo el mundo que ama la PAZ lo ve positivo.
El tesón, la constancia, la fortaleza de los principios, el mantenimiento de las convicciones, la imposición del Estado de Derecho y la Ley han dado sus frutos. Todos los gobiernos democráticos han participado en esa política que ha dado esos resultados. Pero es de reconocer que los dos gobiernos de Zapatero han sido fundamentales en la salida a la caótica situación que nos encontramos en 2004. Y la salida se ha hecho con presión policial como nunca y con una auténtica fortaleza política.
Todos los gobiernos han participado en esta arribada a la ilusión y la esperanza. Pero siempre, como yo digo con frecuencia, con unos más que con otros. En estos ocho años no ha parado la continua cantinela y el reproche continuo del PP sobre una posible negociación con la banda armada y concesiones políticas. Recuerdo a Rajoy en el Parlamento decirle a Zapatero que pactaba con los asesinos y que traicionaba a las víctimas. Recordaré siempre aquella desastrosa intervención. Lo siento pero no la puedo olvidar al igual que la estrategia del PP de hacer política con el terrorismo contra el Gobierno.
Tanto Suárez, como Felipe, como Aznar y como Zapatero, todos, han participado en que la llegada al día de ayer haya sido una realidad. Pero debemos y podemos sentirnos orgullosos de la política antiterrorista que ha realizado en estos casi ocho años el gobierno socialista de José Luís Rodríguez Zapatero y de su ministro de Interior Alfredo Pérez Rubalcaba. Esa política del imperio de la Ley y a la vez la fortaleza democrática han llegado a tan buen fin como veíamos ayer.
La democracia, el precepto constitucional la Ley y el Orden se han impuesto al irracional terror. Y ello lo ha finalizado con muchísimo acierto el Gobierno de los socialistas. Y ello es para sentirse verdaderamente contentos y orgullosos. Y mira que nos han puesto palos en las ruedas. Y mira que nos han criticado. Y mira que nos han llamado de todo. Pues nada, ahí tenemos el triunfo de la política y de la democracia sobre el terror.
Un buen día el de ayer lleno de esperanza, de ilusión y de confianza en un futuro próspero y en PAZ para Euskadi y para el resto de este país.
Pedro Villagrán 21.10.2011
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