
Con toda la parafernalia que han organizado, con todo el follón de gente, discursos, declaraciones, televisiones y ocupación de espacios en los medios. Con toda la profusión de logos por todos lados (incluso en la fachada del Palacio de Congresos, que es un lugar público, pusieron su enorme gaviota), con toda la solemnidad posible, ha terminado la Convención Popular en Málaga. Ni más ni menos que cuarenta intervenciones para criticar al Gobierno, para alabar a los suyos, para justificar lo injustificable, sin tan siquiera dar una propuesta coherente a la situación del País.
Bueno, no. Ha habido una propuesta muy cercana a la alta y cualificada idea que los conservadores tienen de la Justicia. La imposición de la cadena perpetua para algunos delitos que no tipifican explícitamente en su iniciativa. Mano dura. Mano dura para la Justicia. Eso que no falte. Hoy que se habla de la redención de penas, que se habla de la reinserción de presos, sale el PP con la dura cárcel mientras se viva en determinados casos. Eso de que se pudra con sus huesos en la cárcel que es la frase que dicen siempre cuando se está caliente.
Ni una sola propuesta que no sea esa. Y después de ello se vuelven a sus casas. Cada mochuelo a su olivo. A tumbarse en la hamaca y verlas venir. Y el país sin escuchar una sola promesa electoral que vayan a realizar si ganan, como presumen, las próximas elecciones. Como les ha ido bien con el insulto, la descalificación, los improperios y la oposición a todo durante estos ocho años, pues hacen lo mismo. Rajoy se tumba en hamaca, Cospedal continua diciendo que no quiebra el Estado de bienestar y sigue con los duros recortes, Aznar sigue animando al personal con su discurso ultraconservador que raya en el fascismo, y todos a esperar el 20-N.
Yo confío, todavía, en que la ciudadanía les va a descubrir el plumero y les va a dar la espalda electoral porque no cabe mayor estado de vacío en la poquísimas propuestas que hacen. Bueno estado de vacío no. Que ya tenemos, para consumo ultraderechista, la impresentable medida de la cadena perpetua.
Pedro Villagrán 09.10.2011
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