31 agosto 2011

SE HA HUNDIDO EL BARQUITO DEL PUERTO



El vaporcito del Puerto se ha hundido. Lo leí hace algunos días en la prensa. Era un barquito que cruzaba la bahía de Cádiz cada dos o tres horas desde el puerto de Santa María con las aguas dulces del Guadalete y llegaba al puerto de Cádiz al lado de donde está en monumento a Moret al final de la cuesta de las Calesas. Se llamaba Adriano III y no era un barco de lujo pero si tenía el encanto de las muchas travesías que llevaba en sus cubiertas.

Una vía de agua lo ha hundido, poco a poco, y, afortunadamente, con el tiempo suficiente para salvar a toda la tripulación y a los pasajeros que en ese momento iba en él. Era un barco que servía de transporte simple para muchos trabajadores que iban y venían al curro al Puerto o a Cádiz y además para turismo. También lo utilizábamos los jóvenes de aquel tiempo para hacer una encantadora travesía con el ligue de turno cuando aprovechábamos la fría brisa marina para arropar bajo nuestros brazos adolescentes a la chica del momento y después traerla mas cerca de nuestro cuerpo en un emocionante momento de ternura.

Para mí también sirvió de mecanismo de ahorro en aquella maltrecha economía mía de los años sesenta y tantos. Mis padres vivían en Jerez de la Frontera y yo estudiaba en Cádiz y todos los domingos iba a Cádiz para estar allí toda la semana, volviendo a la casa de mis padres el viernes por la tarde. Estos me pagaban el viaje en tren de ida y vuelta Jérez-Cádiz y yo lo utilizaba solo desde Jerez al Puerto para allí coger el “vaporcito del Puerto” ahorrándome algunas pesetillas fundamentales para eludir el comedor del “SEU” por el de “Las Cortes” (un poquito mejor, pero siempre muy parecido al de Dómine Cabra quevediano) o para comprar un paquete de Celtas blancos en vez de aquellos de papel amarillo al que llamaban, y no se porqué, de “caldo de gallina”.

Hablamos de los años sesenta y la memoria me viene como a borbotones recordando las murallas de Cádiz cada vez mas cercanas, la figura de la Catedral y la punta de San Felipe cada vez más inmediatas.

Me han venido muchos recuerdos con este naufragio sin víctimas. Era ese barquito tan maravilloso que hubiese sido un auténtico error que una sola vida se hubiese perdido en aquel quimérico barco en su último viaje.

¡!!Adiós, vaporcito del Puerto!!! Mi recuerdo para ti. Mi emocionado recuerdo para aquellos bancos con las pinturas perdidas por el viento y la brisa donde yo me sentaba con mi maletilla de ropa limpia y la tartera de lomo en manteca que me hacía mi madre y al lado mis libros y mis apuntes de Medicina repasándolos en sus viajes .

Una comparsa de Cádiz, allá al final de los sesenta, le hizo un cuplé que decía principio:

Viene a este puerto un Barquito

mas típico no lo hay

mas blanco ni mas castizo

en todo el muelle de Cádiz.

Y seguía…

Los barcos de vela,

como palomitas pasan por su vera

los grandes mercantes

tocan su sirena al verlo pasar

y es que ese barquito es tan pinturero

que le dan besitos las olas del mar.

Y terminaba

¡Ay vaporcito del Puerto tu eres la alegría,

tu eres la alegría

de este muelle tan hermoso

con ese ritmo garboso

con que cruzas la bahía.

Mi homenaje al Vaporcito del Puerto.

Pedro Villagrán 01.09.2011


No hay comentarios:

Publicar un comentario