Acabo de llegar del Congreso y estoy en mi mesa del Senado. En mi despacho. Vengo de ver el “Debate de La Nación”, en la parte del Presidente del Gobierno con Rajoy. A la puerta me ha preguntado un periodista quién ha ganado el Debate. Me he identificado al plumilla y le he contestado que, en la mayor de mis criterios objetivos, lo ha ganado Zapatero. Y lo digo totalmente convencido. Y se bien, amigo bloguero, que te sonreirás cuando esto lo leas. Pero es una verdad como un templo.
No se puede ir a un Debate del Estado de la Nación a utilizar tres cuartas partes del tiempo en solicitar elecciones anticipadas al igual que se hizo en el 2009 y en el 2010. El resto del tiempo lo utiliza en dar datos totalmente falsos y en faltar a la verdad. Solo las cifras del paro que ha dado son ciertas. No se puede consentir el utilizar una tribuna sin dar una sola alternativa, sino solo criticando y creando inestabilidad en la delicada situación del País. Rajoy solo ha dicho que quiere adelanto electoral porque el pueblo lo clama. Él no. El pueblo. ¡!!Vaya desfachatez y vulgaridad. El simplismo en estado puro.
Entre mentiras, exageraciones y medias verdades y peticiones de adelanto electoral ha transcurrido toda la intervención de Mariano Rajoy. Solo eso. Medio insultando, con ese aire de creído de Registrador de la Propiedad. Sin embargo, en mi criterio, Zapatero ha estado bien. Muy bien, diría yo. Ha estado pedagógico, tranquilo y sereno. Es, ni mas ni menos su noveno (como líder de la oposición y como presidente de Gobierno) “estado de la nación”. Y como siempre ha dado un mensaje de valores. De valores democráticos y de valores socialistas. Y de valores dignos de la Política con mayúsculas. Creo, sinceramente, que ha estado bien.
Aquí en mi despacho recuerdo las ultimas palabras de Zapatero en su intervención inicial. Ligeramente emocionado, con un nudo en la garganta ha agradecido a todos los grupos políticos su comprensión. Les ha agradecido su talante y su buen hacer. Era como una despedida de su último Estado de la Nación en unas circunstancias tan complicadas como las que le ha tocado lidiar.
Aquí, en mi despacho, recuerdo muchas alusiones de ésta y de la anterior legislatura. Se han hecho muchas cosas y las recuerdo con cariño. Pienso que Zapatero no se va a presentar más. No se si ganaremos las próximas elecciones para seguir caminando por la senda del progreso. No lo se. Pero me entristezco cuando pienso que existe la posibilidad de que el PP, que Mariano Rajoy, gobierne este país.
Es evidente que es saludable la alternancia política y que es de frescura los cambios de Gobierno. Pero con la máxima sinceridad creo que es un retroceso social importante si estas gentes que callan, que no dan un palo al agua, que insultan y que no dicen ni un ápice de su programa para solucionar los problemas de este país, pudieran tener la posibilidad de gobernar España. Y no es, de verdad, por perder el Gobierno los socialistas, sino porque lo recojan estos que hoy están en la oposición, los que gritan, los faltones y los que defienden políticas reaccionarias y de regresión social como principios de su agenda política.
Esperemos que en el tiempo que queda podamos recuperarnos y afrontar los retos electorales en mejores condiciones que las actuales. Eso espero y eso anhelo.
Pedro Villagrán 28.06.2011
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