Calor en Madrid. El sol aprieta que te aprieta. Acabo de llegar a Atocha y he sufrido el calor del sol de mediodía. Mucho calor. Estoy en el Senado. Caras de preocupación y desazón entre mis compañeros. Algún ojo sensible, más o menos, con un enrojecimiento muy leve. Alguna queja ligera que sale sin preguntar siquiera. Pero todo el mundo manteniendo el tipo de forma correcta y animados para comenzar de nuevo a trabajar por un proyecto en el que creemos. He hablado con los compañeros y muchos están dolidos en sus propias carnes por haber sido candidatos en las pasadas elecciones. La tristeza los toca en lo más hondo. Otros tienen responsabilidades políticas y están igualmente dolidos pero sabiendo, además, que están obligados a poner encima de la mesa una salida para el pertinente debate y discusión. Otros están satisfechos por haber revalidado sus mayorías municipales pero mustios por el ambiente entristecido de la mayoría de nosotros. Yo los escucho y veo que todos tienen, en su posicionamiento, alguna parte de razón.
El Grupo Parlamentario se ha reunido y han hablado muchos compañeros. Hablan algunos, críticamente, de un Partido empobrecido ideológicamente. Hablan de un Partido institucionalizado. Hablan, también, de la crisis económica. Hablan de haber hecho unas elecciones autonómicas y locales con parámetros de generales. Critican, otros, al Partido. Un compañero habla de Bildu y de la torpeza de no haber dado la cara con valentía defendiendo nuestra postura para no “molestar” al PP. Muchas, muchas opiniones y apreciaciones diversas. Estoy de acuerdo en algunas valoraciones y en otras estoy radicalmente en contra. Alguien, veladamente, critica al Gobierno y a sus reformas. Otros hablan de un Congreso extraordinario urgente. Hay quien habla de Primarias. Otros se oponen a las primarias. Casi todos piensan en que es necesario un revulsivo al Partido y un fortalecimiento ideológico. Hablan, igualmente, de la voz del Partido, últimamente casi apagada por la nefasta institucionalización. Otros sacan a colación que la sociedad se ha derechizado y ha pasado de ser una sociedad de centro izquierda a ser puramente de centro.
Muchas opiniones para que yo reflexione en solitario para hacer después una buena cesta con los mimbres que entran en mi cabeza. Pienso que, quizás, un Congreso extraordinario no es oportuno. Sería lo ideal si el Partido fuese el de hace quince años.
Me pregunto si se convocara un Congreso Federal cual sería la lista de Málaga. Porque la idea de hacer un Congreso Federal es para un debate en profundidad sin tener miedo en absoluto a decir cosas que pudieran parecer “raras”. Después de hacer ese ejercicio de pensar en esa posible lista me sonrío ligeramente porque creo que la ideología que se demanda está en otro lado.
Pienso si se convocan primarias. ¿El Partido está en una situación de abordar un follón tal??? No lo se y me preocupa. Me preocupa y bastante.
“Si usted no tiene solución a este problema, usted forma parte del problema”, decíamos antaño. Pues en este momento yo formo parte, también del problema. Me da pánico ver la situación del Partido Socialista italiano, casi desaparecido, del Partido socialista francés dividido y casi atomizado, de los muchos partidos de la izquierda europea que están asolados y arrasados por la derechona y el movimiento reaccionario correspondiente que no para y, como una gota malaya, carcome, corroe y destruye nuestros ideales y favorece una sociedad cada vez menos comprometida con valores. Estoy convencido que nunca llegaremos en nuestro país a ello, pero tenemos que ponernos a trabajar. Trabajar para diseñar un proyecto político de izquierdas, donde esté, negro sobre blanco, nuestro plan de acción y nuestro ideario. Porque una cosa: lo que nos ha fallado más ostentosamente es el diseño de sociedad, de relaciones laborales, de postulados económicos que llevemos como bandera.
En Madrid las caras son, hoy, largas. No son momentos para la euforia. El sábado se reúne el Comité Federal. Vamos a ver lo que se dice. Pienso en los miembros del Comité Federal de mi provincia. (Ejem, Ejem) ¿Hablarán? ¿Harán un análisis oportuno? ¿Intervendrán para dar luz a este asunto? ¿Harán alguna propuesta alternativa a la situación? Ésto o lo arreglamos todos o tiene un arreglo difícil.
Pedro Villagrán 24.05.2011
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