La estación de Ave de Málaga fue una remodelación de la anterior estación de ferrocarril en mi tierra. Se realizó un nuevo edificio y se le adosó un importante centro comercial. A todo ello se le denominó, por la entonces Ministra Magdalena Álvarez ,“Estación Maria Zambrano”. Fue, en mi criterio, un verdadero acierto esa denominación pues se homenajeaba con ello a una de las mentes mas preclaras de nuestro último siglo, malagueña de nacimiento y una gran desconocida en su tierra y en todo el país por haberse exiliado obligatoriamente a causa del repugnante e infecto régimen fascista del General Franco. Muerto el Dictador volvió a su país y a su tierra chica donde la nombramos “Hija Predilecta de Málaga” concediéndosele la Medalla de Oro de la Provincia.
Repito que fue un acierto la denominación de la estación del Ave para homenajear a tan ilustre filósofa, darla a conocer a los muchísimos que no la conocían y enorgullecerse de que una persona como ella hubiese visto y vivido en su niñez los mismos paisajes y el mismo mar que nosotros. Acierto ,como pocos ,de la Ministra Álvarez.
La derecha de esta ciudad ultranacionalista, casposa y repugnantemente chovinista, criticó tal decisión. Para ellos era un ultraje a la ciudad que se le retirara el nombre de Málaga a la estación y se le pusiera la de la escritora veleña. Siempre se llamó “Estación de Málaga” y era un agravio y un insulto que se le denominara “Estación María Zambrano”. Hubo incluso un plumilla avezado en crónicas de alto contenido conservador, que se atrevió a decir que la escritora veleña no la conocíamos por aquí y que estuvo mucho tiempo viviendo en el extranjero. Obviaba,miserablemente, dicho plumilla que dicha estancia fuera de nuestro país la realizó huyendo de los fascistas instalados en el Gobierno tras el golpe militar de 1936. ¡!!Vergonzoso!!! La derecha de Málaga siempre sufrió como un menosprecio ese nombre de la estación del Ave. Sin embargo nosotros ,siempre que viajamos en el Ave y se dice la estación de llegada “Estación María Zambrano” nos llenamos de orgullo y de reconocimiento a tan preclara filósofa.
Nuestro Partido, ultimamente, en ese ánimo de no crispar, de jugar en el centro del campo político y de contentar a todos. Nuestro Partido, creyendo que hace un movimiento importante en ser atractivo, electoralmente hablando, y conseguir mas votos ha decidido solicitar al Gobierno el cambio de denominación. Se solicita llamarla “Málaga-María Zambrano”. ¡!!MARAVILLOSO!!! Así se da la información a los viajeros que llegan a Málaga y se dan cuenta y perciben que no han llegado a Alcorcón o a Zafarraya. Llegan a Málaga. A Málaga. ¿Se han enterado ustedes? Llegan a Málaga.
Se les debía solicitar al Gobierno que el nombre de Málaga se dijera diez veces en el recorrido desde Madrid y al llegar se vitoreaba ¡!!“Málaga, Málaga y Málaga”!!!
Comprendo que tales iniciativas gusten a algunos pero no la veo oportuna. Son concesiones extrañas que se conceden a lo mas retrógrado y a lo mas cateto.
El aeropuerto de Granada en su remodelación le pusieron el nombre de “Aeropuerto Granada –Jaén” y a la estación del Ave de Puente Genil se le llama “Puente Genil-Herrera” para contentar, en cierto modo, a los habitantes de dicho pueblo cercano. Son concesiones geográficas o de sentido operativo o de cercanía. Podríamos, incluso, estar e acuerdo. Pero ellas son muy diferentes a llamar Málaga- María Zambrano a la estación de María Zambrano. Ésto último es, aunque no se quiera hacer, un determinado desprecio político. Una torpeza, sin más. Pero una torpeza más. Un error, sin más. Pero un error más
Pedro Villagrán 13.03.2011
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