27 febrero 2011

EL MAGREB INQUIETADO E INESTABLE

       Ayer, cuando comía con unos compañeros, salió a colación el asunto de los cambios en el Magreb. Me quedé extrañado que mis planteamientos no fueran asumidos por mis compañeros. Y no será que no esté acostumbrado  a que lo que yo pienso y valore no sea asumido por ellos En ese grupo que formamos estamos acostumbrados a ello, sin ninguna crispación y sin que eso sea lo mas mínimo lesivo para nuestra sintonía y amistad.
    Yo me resisto a pensar que de pronto  ha venido un ángel sobrevolador con la bandera democrática y haya comenzado a tocar y a sembrar en el norte de África las semillas de la libertad en esa zona del mundo, cargándose dictadores que hasta hace menos de un mes eran aceptados por todos. Yo me resisto a creerme que todo ha sucedido porque un niño en Túnez ha sufrido lesiones mortales y la gente ha salido a la calle. Y después de Túnez, Egipto y después Libia….y así sucesivamente como un castillo de naipes. Pienso que en política nada es baladí, todo tiene su causa y nada es fortuito.
    Mis amigos piensan que la situación injusta en la que viven inmensas cantidades de personas en el Norte de África, han llegado a una situación insostenible y de pronto se ha rebelado contra sus dictadores.
   Yo pienso que hay un Sistema, una Esfera , una Organización, una coordinación superior que dirige los destinos de todo el orbe. Cada vez nos damos mas cuenta que los intereses económicos y financieros están muy por encima de los intereses políticos, incluso de los intereses políticos democráticos. La crisis económica actual asevera estos planteamientos.
    Pues yo pienso que  ese poder supraterrenal económico he decidido, por las razones que sea, eliminar a los regímenes de Túnez, de Egipto, de Libia y de donde sea para remodelar a su antojo (bueno a su antojo no, sino a sus concretos intereses) el Sistema de Poder en el Norte de África. Bueno, Marruecos no. ¿Y porqué no? Pues simplemente porque es un socio estratégico que hace, como buen mandado, el dictado de esa esfera dominante. ¿Argelia? Pues no sabemos… También son buenos mandados. Todo para controlar más. Todo para intervenir más. Y aquí, con Argelia, el Sahara juega. No lo olvidemos
    Israel más inquietada, más preocupada, mas perturbada ¿¿¿ ¿Qué papel juega? Los que mandan ¿le van a poner en su sitio entre el grave problema palestino que es una auténtica vergüenza y no se le da solución?
   Lo que sorprende es que Europa esté callada, esté ausente. No hable, no se inquiete. ¿También obediente? Yo lo veo así
   Pero lo sorprendente es que mis compañeros, inteligentes y tipos de bien, me dieran a entender, mas o menos, que yo soy un liante en estos temas y un mezclador de problemas internacionales para justificar lo que está pasando. Lo que yo, realmente, me resisto es a aceptar que las cosas vienen porque sí y no tienen nada que ver con la situación de privilegio preferencia que tienen unos poderes determinados sobre los eminentemente políticos, en el mas positivo sentido.




Pedro Villagrán 27.02.2011

1 comentario:

  1. Abril de 1974. Yo me encontraba en Sevilla haciendo el servicio militar. Revolución de los Claveles. Portugal se alzó por fin frente a la dictadura salazarista que en aquellas fechas llevaba 48 años de poder omnímodo. En mi unidad todas las tropas fueron acuarteladas, suspendidos los permisos y vivimos una larga semana en situación de máxima alerta. El general sabía bien que los aires de libertad podían producir un efecto dominó difícil de controlar.
    Actualmente, debido al constante flujo internacional de personas y, sobre todo, al flujo de la información (bendita Internet), los ciudadanos de los pueblos oprimidos conocen en tiempo real de otras realidades distintas a las suyas, lo que les permite hacer hacer una valoración de su situación por comparación con otras y llegar a una toma de conciencia de la mentira permanente en que el sátrapa de turno los tiene sumidos. Si unimos a esto la innata disposición bélico-religiosa de los pueblos del Islam a las soluciones mas o menos exaltadas de los conflictos políticos, no nos debe extrañar que, en la actualidad, y en ese contexto, cualquier acontecimiento puntual de abuso de poder pueda convertirse en la chispa que encienda la mecha, sabedores de que ahora existe una caja de resonancia internacional para sus carencias políticas, económicas…, etc. como son los medios de comunicación y el boca-oreja interindividual de los ciudadanos de la emigración.
    Hasta aquí una sucinta exposición formal de los que está ocurriendo, bajo mi punto de vista, claro. Queda por dilucidar si consideramos que existen o no motivos para la rebelión ciudadana. Cuando dices: “Pienso que en política nada es baladí, todo tiene su causa y nada es fortuito” (sic) estás prescindiendo de la pobreza, el hambre, la opresión, la represión, como motivos suficientes que pudieran explicar y justificar los levantamientos ciudadanos de protesta pacífica (las armas las tienen los otros). Y cuando vuelves a decir que no crees que “las cosas vienen porque sí” (sic) estás, estoy seguro de que sin darte cuenta, volviendo a minusvalorar los motivos para la rebelión. Naturalmente que eso no ocurre de pronto. Los rebeldes arrastran décadas de sometimiento y quieren sacudírselo cuanto antes mejor.
    ¿Existe una estrategia superior organizada en alguna institución de carácter no muy definido que podría estar favoreciendo la actual situación en la zona? Pues no lo sé. Pero parece que la comunidad internacional está reaccionando con demasiada lentitud y dubitativamente en la elaboración de una respuesta contundente a los sátrapas que controlan esa zona. Parece como si los intereses nacionales de los países democráticos primaran sobre la defensa de los derechos humanos de los oprimidos. Jefes de Gobierno que se apresuran a acudir a los países de la zona en conflicto antes que los representantes de la UE, y una UE que no se pone de acuerdo en la elaboración de un comunicado rotundo de condena ante esa situación. La comunidad internacional iría entonces en sentido contrario de los que pudieran propiciar la desestabilización del Norte de África, al menos hasta saber el alcance de la misma sobre sus intereses nacionales.
    El análisis de los entresijos de la política internacional requiere de una información de la que yo carezco. Por tanto, no me arriesgo a emitir ningún juicio de valor. Sin embargo, la realidad en que viven los pueblos insurgentes justifican suficientemente la rebelión y no me planteo ninguna duda de dónde debo estar.
    A mí me consta que tú también sabes dónde estar. Y no tengo ninguna duda de que estamos juntos. Sin embargo, cuando se buscan justificaciones complicadas se pierde un poco el sentido de la realidad y no se alcanza a ver lo que tenemos delante. Y ahora mismo, lo que vemos es dolor, opresión, hambre…
    Juan Antonio Clavero Valverde

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