La derecha considera que la tensión política y la crispación son la neta expresión de la política cuando ellos no están en el Poder. Si lo ejercieran y lo tuviesen solicitarían entonces tranquilidad, sosiego y mucha moderación. Muchos autores bastante objetivos , hablan de los prolegómenos de nuestra contienda civil y de sus causas y se refieren a la fortísima crispación que desencadenaron desde el primero de Abril del 1931 hasta el comienzo del Gobierno Radical- Cedista del 34 en que todo vino de nuevo a la tranquilidad política. Desde el 31 al 34 todo fueron tensiones y más tensiones, crispación y más crispación. Desde el 34 al 36 todo fue más relajado. En las elecciones del 36 y el triunfo del Frente Popular , la derecha insistió, continuando como en etapas anteriores , su política de la presión, de la crispación y de la desobediencia civil. Y visto que tal presión no le daba efecto pues se buscaron el rollo de la ruptura de España, la desintegración de la Patria, lo bolchevique, etc. etc y ¡!!Cataplummm, pun pun! Todos juntos con los militares, los fachas y los curas a salvar a este país. Una guerra y una gran tragedia.
Es de reconocer que es cierto que los de la Derecha han mejorado y que consideran que las cosas no deberían ir por ahí., con esas brusquedades para ellos que son tan finos. Pero todavía lo vemos en la necesidad de utilizar la crispación como arma política. El utilizar la mentira, el hacer plena intencionalidad de exageración en los planteamientos, de poner la exuberancia en los criterios políticos para crispar el ambiente, el dar por cierto simples especulaciones mal intencionadas y no dar la mínima critica favorable a las posibles acciones positivas del adversario político. Esas actuaciones, por auténtica pesadez y totalmente reincidentes crean una opinión en la ciudadanía nefasta y apuntalada en la mentira, la exageración o el engaño.
En nuestro país se ha creado, por parte de la oposición, un clima vergonzoso e inmoral de las acciones del Gobierno y de su estratégica política contra la crisis. Por un lado se habla de lo tardío de las reformas y por otro lado de hacer las reformas contra el programa electoral y contra la mayoría sociológica que votó mayoritariamente al Gobierno. Y las dos razones son esgrimidas por las mismas gentes y en el mismo contexto.
El “Tea party” americano, que hace nidos entre las fuerzas populares de nuestro querido PP, es bastante peligroso allá y aquí. Aquí, y allí, se lanzan, sin el mas mínimo pudor, mensajes apocalípticos de ruptura de la familia, del Estado, de la Economía , de la política...Todo mal, mal, mal y mas requetemal. Hay gente , En España, que se alimenta de ese mensaje y va por la calle, por los bares y las cafeterías vendiendo esa consigna para salvar al País del rojerío imperante. Y todo es consecuencia de una retahíla de sandeces y exageraciones que los voceros conservadores pone en el ambiente para la crispación y el follón mal intencionado.
El caso de Gabriela Giffords, congresista demócrata estadounidenses la prueba fehaciente de la situación a la que lleva el aumento de la crispación en nuestra sociedad. En EEUU es evidente que la situación está llegando a un nivel insoportable para descalificación global del Presidente Obama. Hay que tumbarlo como sea y la mejor manera y mas efectiva es decir que el país está crispado y que así no se puede continuar. Que esto no hay quien lo resista, que esto se rompe…total lo de siempre. Pero lo mas cercano está en nuestro país. Asemejando la forma de crispar en otros lares, los González Pons, Las Aguirres, Los Mayor Oreja, los Arenas, los Aznares etc.etc se constituyen en un “The Party Spain” y crispan , crispan y mienten hasta decir falsamente, en su completa desverguenza ,que su propio veneno político hace irrespirable el ambiente en nuestro país.
Yo soy un terrible optimista y todavía pienso que ese veneno al que antes me refería será identificado por la ciudadanía y se separará el grano de la paja para comprender claramente las políticas favorables en nuestro país y lo que significa simplemente crispación, follón, disturbio y simple alboroto.
Pedro Villagrán 13.01.2011
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