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Desde que me afilié al Partido, hace ya 32 (treinta y dos) años, he considerado que es una medida saludable el separar en política lo institucional y lo orgánico. Y ultimamente nuestro Partido, desde hace mucho tiempo, ha dejado de incidir en ese precepto que, en mi entender es enriquecedor y conveniente. Y como por parte del Partido se ha dejado de incidir en su prevalencia, la Institución, que es más mediática y mas poderosa, come terrenos a la Organización política.
Como esta realidad , desde hace tiempo, se da como asentado y el Partido, sin quererlo, va a remolque de lo institucional, muchos pierden el Norte en las apreciaciones políticas del día a día.
El Gobierno tiene que gobernar y hacer la política gubernamental, que no es poco. El Partido marca los terrenos ideológicos y controla el desarrollo del Programa Electoral con el que recibió el apoyo ciudadano. No es el Gobierno quien gana las elecciónes sino el Partido con su movilización y su trabajo.
La linea programática del Partido no se decide por conveniencias del exterior, leáse medios de comunicación, sociedad civil,asociaciones, instituciones, etc, sino por sus Congresos que marcan la línea a seguir. La ideología del Partido no se cambia por los avatares y los vaivenes tan numerosos de la Sociedad, sino por los órganos que el propio Partido tiene y en la máxima participación interna posible.
El Gobierno, por contra, tiene que gobernar para todos. Tiene que gestionar para los que le apoyaron, incluido el Partido, y tambien para los que apoyaron, legitimamente, otras opciones. Por lo tanto que el Gobierno decida que no va a entrar en la guerra de los crucifijos, por ejemplo, es totalmente lícito y coherente. Esa es su responsabilidad y como tiene que gobernar, gobierna, decide. Él tiene la información mas cercana de la Gestión, evalua , delibera y decide.
Pero ello no es que el Partido esté porque se mantengan las cruces, como si en un calvario estuviésemos inmersos, ni que al tema religioso en nuestro País, no se le de una solución definitiva. El Partido está por un modelo social no confesional y rigurosamente laico. Así lo refieren nuestras normas y nuestra historia de mas de 125 años. Con un respeto escrupuloso a todas las creencias religiosas pero dejando a cada uno en su sitio. Lo religioso es de la intimidad y no debiera salir a ocupar otras parcelas de nuestra vida cotidiana.
Es razonable pues esas pequeñas desavenencias (que no son realmente desavenencias), normales en las relaciones de un Gobierno que lo hace bien y un Partido con un ideario claramente de izquierdas y de compromiso ideológico con su amplia militancia y con la historia del mismo.
Por ello debemos comprender esas matizaciones que hacen mas rica la vida de relación entre el Gobierno y el Partido que le hizo ganar las elecciones y lo apoya sin fisuras.
Pedro Villagrán 06.11.09
Totalmente de acuerdo con tus manifestaciones. ¿Y de lo orgánico por debajo de los cargos públicos de gestión socialistas? ¿Y del cambio de voluntades por presión de dichos cargos?
ResponderEliminarMuy bien. Salud
Antoniop Benitez. Madrid