ELECCIONES ANDALUZAS

Los cambios que se han realizado en la remodelación del Gobierno Central han tenido como todos sabemos cambios muy importantes en el Gobierno de la Junta de Andalucía. He de resaltar que dichos cambios han sido de un nivel político de altura tanto en el contenido como en las formas. La salida de Manuel Chaves del Gobierno Autonómico para asumir la importante tarea, desde la vicepresidencia del Gobierno,de dar salida al acuerdo autonómico es una importancia mas que transcendental en la Política de nuestro país.

La decisión de Jose Antonio Griñan de asumir la alta responsabilidad de la Presidencia de la Junta es de aplaudir y mas en un compañero que siempre ha querido estar en una segunda fila y suiempre se le ha reconocido su falta de ambición, a pesar de haber ocupado puestos mas que relevantes en los gobiernos autonómicos y central. Decía un importante político del Este del pasado siglo que el Poder se le debía dar a quien no lo quiere. Esa importante aseveración encaja claramente en Griñan al que estoy seguro hará una gestión mas que relevante en el Gobierno Andaluz.

Cuando la Presidenta del Parlamento Andaluz ha consultado con los portavoces parlamentarios, el portavoz socialista, Manolo Gracia ha propuesto a Jose Antonio Griñan segun el mandato del Comité Director del PSOE-A y con el aval del Grupo parlamentario que ostenta la mayoría absoluta de la Cámara. Al consultar a Esperanza Oña, portavoz del PP, ha propuesto a Javier Arenas . Una vez más Arenas va a perder. Una vez más y ya van no se cuantas. Pero...bueno...él sabrá. Al consultar a Diego Valderas, portavoz de IU, ha dicho que no propone candidato pero que van a votar en contra del candidato socialista.

Una vez más IU se equivoca. Y se equivoca gravemente. Votar contra una fuerza mayoritaria con mayoría absoluta y que es de izquierdas es algo que no entiende el Pueblo Andaluz. Ese posicionamiento es el que ha hecho que IU sea una fuerza política que cada vez representa a menos gente. Es penoso ver planteamientos tan poco coherentes en dirigentes que ven como se mengua, cada vez más, su representación parlamentaria. El no dar una confianza de principio (existe la posibilidad de la abstención) a un candidato nuevo que empieza una gestión con ilusión es de una torpeza como decía mi padre: "De caton".

Málaga 15.04.09