29 julio 2014








Mi pequeño homenaje a Alfredo. Un auténtico líder y Compañero


Buenos días. Día de Terral. Fuerte Terral. Un calor soporífero en Málaga y no es mas de mediodía. A la hora de almorzar no se podrá aguantar. Habrá que meterse en el agua y refrescarse como sea.
Llevo mucho tiempo sin entrar en mi blog. Mucho tiempo. Mis amigos, que se preocupan mucho por mi salud me preguntan porqué no entro en mi blog y escribo algo. Lo que sea pero algo que pueda decir que estoy todavía en “Candelabro”, como decía aquella llamada Belén Esteban, en vez de estar en  “candelero”.  Y yo, considerado siempre con mis amigos y con mis compañeros, en esta mañana de estío y en mi ordenata inicio una entrada en mi blog después de muchissssssimo tiempo. Me parece más de diez años pero las cuentas y la  realidad me dicen  que no es más de un año.
Siempre he considerado mucho en mi vida y en mi relación personal, la virtud de la generosidad para con los demás. Me ha parecido una de las virtudes más importantes en la relación personal entre las personas y entre los compañeros de Organización. Por eso tengo tan pocos amigos ,amigos, amigos de verdad, (lo que se dicen amigos de los buenos). Tengo muchos conocidos y personas que aprecio pero lo que se dice amigos de verdad, pocos y que se pueden contar con los dedos de la mano. Pero los que considero amigos de los buenos esos son de verdad insustituibles y muy especiales.
Me gustaría hoy en mi blog escribir sobre una figura magnífica que hace algunos días ha desaparecido de la vida política dirigente de mi partido. Me estoy refiriendo a Alfredo Pérez Rubalcaba. En el último congreso federal ha presentado su dimisión por voluntad propia y con aplausos de todos.
Hubo un momento, en aquellas luchas entre renovadores y guerristas, que Alfredo estuvo con el Poder encabezado por Felipe González al frente del Partido. Yo estaba, entonces, en otras trincheras y me dolió mucho que un compañero de la talla de él estuviese con unos planteamientos, a mi criterio, tan desafortunados entre las relaciones entre Partido- Gobierno.  Pero el mundo siguió y siguió y después de muchas lluvias y muchas tormentas, Alfredo apareció de nuevo orgánicamente para dirigir a este Partido de mis desventuras y de mi gran cariño.
Cuando estuve en Madrid de Senador tuve la oportunidad, paseando por los pasillos de mármol brillante, de hablar con él sobre la situación política general y sobre mi relación partidaria y de verdad que le agradezco que me reconociera algunas verdades que en mi memoria son difíciles de olvidar. Después de aquellos paseos vino el Congreso Federal y su llegada a la Secretaría General en un acto de gran responsabilidad y una enorme generosidad. Le he visto, porque le he seguido bastante, muy jodido muchas veces por ponerle freno a muchos impresentables con sus desmanes  que le criticaban, y bastante, que no quisiera  tirar la cuerda y marcharse de una vez por todas.
Yo, desde este blog personal quiero hacer una alabanza a Alfredo. Pero una alabanza sin el más mínimo deseo de promoción personal. Me pareció un buen tipo, en el más estricto concepto del término, y un excelente compañero. Y además un hombre de Partido de los antiguos con solera de las de verdad.
He leído el discurso de su intervención en el último Congreso Federal. Simplemente magnífico y muy generoso. Hoy, desde este blog que escribo después de mucho tiempo ausente por razones obvias, quiero hacer una alabanza a Alfredo, a ese que en los pasillos del Senado hace ahora seis años se paseaba conmigo y me hablaba magníficamente de algún amigo del alma mío de mi provincia al que respeto y aprecio tanto y me trasladaba, con total sinceridad, su modo de pensar y sus opiniones sobre nuestro país, la política y el motor del cambio que no es otro que el Partido Socialista Obrero Español al que todos apreciamos tanto, aunque sea de modo diferente, como se ha visto en estos últimos días.

Mi respeto más absoluto y mi agradecimiento más sincero. SALUD.  

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