Mi pequeño homenaje a Alfredo. Un auténtico líder y Compañero
Buenos días. Día de Terral. Fuerte
Terral. Un calor soporífero en Málaga y no es mas de mediodía. A la hora de
almorzar no se podrá aguantar. Habrá que meterse en el agua y refrescarse como
sea.
Llevo mucho tiempo sin entrar en mi
blog. Mucho tiempo. Mis amigos, que se preocupan mucho por mi salud me preguntan
porqué no entro en mi blog y escribo algo. Lo que sea pero algo que pueda decir
que estoy todavía en “Candelabro”, como decía aquella llamada Belén Esteban, en
vez de estar en “candelero”. Y yo, considerado siempre con mis amigos y con
mis compañeros, en esta mañana de estío y en mi ordenata inicio una entrada en
mi blog después de muchissssssimo tiempo. Me parece más de diez años pero las cuentas
y la realidad me dicen que no es más de un año.
Siempre he considerado mucho en mi
vida y en mi relación personal, la virtud de la generosidad para con los demás.
Me ha parecido una de las virtudes más importantes en la relación personal
entre las personas y entre los compañeros de Organización. Por eso tengo tan
pocos amigos ,amigos, amigos de verdad, (lo que se dicen amigos de los buenos).
Tengo muchos conocidos y personas que aprecio pero lo que se dice amigos de
verdad, pocos y que se pueden contar con los dedos de la mano. Pero los que
considero amigos de los buenos esos son de verdad insustituibles y muy
especiales.
Me gustaría hoy en mi blog escribir
sobre una figura magnífica que hace algunos días ha desaparecido de la vida
política dirigente de mi partido. Me estoy refiriendo a Alfredo Pérez Rubalcaba.
En el último congreso federal ha presentado su dimisión por voluntad propia y
con aplausos de todos.
Hubo un momento, en aquellas luchas
entre renovadores y guerristas, que Alfredo estuvo con el Poder encabezado por
Felipe González al frente del Partido. Yo estaba, entonces, en otras trincheras
y me dolió mucho que un compañero de la talla de él estuviese con unos
planteamientos, a mi criterio, tan desafortunados entre las relaciones entre
Partido- Gobierno. Pero el mundo siguió
y siguió y después de muchas lluvias y muchas tormentas, Alfredo apareció de
nuevo orgánicamente para dirigir a este Partido de mis desventuras y de mi gran
cariño.
Cuando estuve en Madrid de Senador
tuve la oportunidad, paseando por los pasillos de mármol brillante, de hablar
con él sobre la situación política general y sobre mi relación partidaria y de
verdad que le agradezco que me reconociera algunas verdades que en mi memoria
son difíciles de olvidar. Después de aquellos paseos vino el Congreso Federal y
su llegada a la Secretaría General en un acto de gran responsabilidad y una
enorme generosidad. Le he visto, porque le he seguido bastante, muy jodido
muchas veces por ponerle freno a muchos impresentables con sus desmanes que le criticaban, y bastante, que no
quisiera tirar la cuerda y marcharse de
una vez por todas.
Yo, desde este blog personal quiero
hacer una alabanza a Alfredo. Pero una alabanza sin el más mínimo deseo de
promoción personal. Me pareció un buen tipo, en el más estricto concepto del
término, y un excelente compañero. Y además un hombre de Partido de los
antiguos con solera de las de verdad.
He leído el discurso de su
intervención en el último Congreso Federal. Simplemente magnífico y muy
generoso. Hoy, desde este blog que escribo después de mucho tiempo ausente por
razones obvias, quiero hacer una alabanza a Alfredo, a ese que en los pasillos
del Senado hace ahora seis años se paseaba conmigo y me hablaba magníficamente
de algún amigo del alma mío de mi provincia al que respeto y aprecio tanto y me
trasladaba, con total sinceridad, su modo de pensar y sus opiniones sobre
nuestro país, la política y el motor del cambio que no es otro que el Partido
Socialista Obrero Español al que todos apreciamos tanto, aunque sea de modo
diferente, como se ha visto en estos últimos días.
Mi respeto más absoluto y mi
agradecimiento más sincero. SALUD.
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