La hache
inspirada de mi tierra hace la expresiva imagen fonética de que mis
conciudadanos andaluces a la huelga le llamen “juerga”. Y ello, aparte del
significado oral, tiene un fondo de profundidad importante. La primera vez que
lo escuché fue las marismas de Trebujena en una huelga en 1970 que realizaron los recolectores de uva de mi tierra. Después
lo escuché en Bienne, en Suiza, en la casa de España, donde unos andaluces
hablábamos de una huelga convocada en el cantón de Berna contra una subida de
impuestos. Me recordaban, en aquel entonces, los comentarios de mi padre cuando
se escuchaba por Radio Pirenaica que los mineros de Asturias o los recolectores
de naranjas de Valencia hacían huelga. Mi padre pensaba que la huelga era una
demostración de poder de la clase trabajadora contra la clase dominante, contra
el capital. Y pensaba yo que eso de la juerga era un nominativo afortunado porque,
aunque débil económicamente hablando, los trabajadores tenían, en su movilización,
una fuerza muy importante y eso era
motivo de euforia.
Mi padre murió
en 1966 y, en sus paseos largos por el campo, me contaba que la única forma de
lesionar los intereses de los dominantes era paralizar la producción. No había
otra. Ciertamente que en aquel tiempo,
además de perder dinero del salario se corría el gravísimo riesgo de ir a parar
con tus huesos en la cárcel. Hoy las cosas han cambiado pero yo sigo pensando
en aquellas enseñanzas de mi buen padre. Porque es cierto que se ha creado una
clase media importante que ha mejorado sus condiciones de vida y han aumentado
sus derechos laborales. Pero es más cierto que esa mejora en la calidad de vida
no ha llevado a mejorar el sentimiento de pertenencia a una clase determinada.
La clase trabajadora. Y eso se ha olvidado bastante en estos últimos tiempos.
Mañana se ha
convocado una Huelga General. Ésta vez en unión de otros países de la
UE. Y es un día para demostrar la fuerza
que se tiene si mantenemos la unidad de acción contra el enemigo de los
trabajadores. Hoy, mas que nunca, vemos como el Capital se enriquece, se hace
fuerte, se envalentona y revisa y desmonta un Sistema Social que nos había
costado mucho poner en funcionamiento. Porque esta imagen de la pobreza de
solemnidad, los desahucios con muertes incluidas, los pobres en las puertas de
los supermercados esperando el final de la jornada para ir a recoger las
basuras, las escuelas deterioradas, la Sanidad con el copago, la Dependencia
desmantelada, etc, etc. contrastan con los sueldos multimillonarios, los coches
de gran cilindrada, los rescates a la
Banca, los paraísos fiscales, la evasión de capitales, los
fraudes a la Hacienda Pública
que están a doquier en nuestros días. Ello hace a esta Sociedad todavía más
injusta que ayer y nos obliga a concienciarnos y salir en rebeldía.
Mañana hay
convocada una Huelga General. Este Gobierno se merece como nadie nuestro rechazo
mas contundente a sus políticas neoliberales, conservadoras y lesivas para los
intereses de la mayoría. Para los intereses de la clase trabajadora. Por ello
es obligatorio dar en el puesto de trabajo y en la calle el reflejo de nuestro
desprecio. Pero, además de ello, es fundamental demostrar nuestra fuerza
mayoritaria, nuestra unión enérgica contra ellos, nuestro rechazo a sus políticas.
Y ese sentirse miembro activo de la huelga convocada y ese considerarse miembro
de una clase opositora a esos impresentables y ese contemplarse partícipe de
esa fuerza que además es mayoritaria, nos debería animar y complacernos. Por
ello es más que comprensible que mis paisanos andaluces, en el día de mañana,
inspiren la hache más que nunca para decir “juerga” de alegría y de hilaridad, cuando hablan de la huelga en las
manifestaciones y en las acciones contra estos derechones que tan mal nos representan en el Gobierno.
¡¡¡TODOS A LA HUELGA!!!
¡¡¡TODOS A LA MANIFESTACIÓN!!!
Pedro Villagrán
13.11.12
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