01 octubre 2012

SE AUMENTA LA INESTABILIDAD POLITICA



       La verdad es que esta gente nos lleva casi a la ruina. Y no solo a la ruina económica. Yo ya me lo imaginaba  cuando en la legislatura anterior llevaron la oposición al Gobierno hasta el mas absoluto frentismo y a  cotas de una agresividad inimaginable. Recuerdo que era casi imposible llegar a acuerdos con ellos en cualquier tema de discusión política. Daba la impresión que la razón siempre les asistía y que actuaban como los dueños del país a los que se les había usurpado el Poder. Y es que tienen un concepto de la actuación política como poseedores de la verdad absoluta y la negociación no es más que una concesión que hacen a la otra propuesta que se presenta.
       Quizás no nos hemos dado cuenta, ni nos hemos percatado, que desde que llegaron al Gobierno la inestabilidad política del país es cada vez mayor. Y es que por responsabilidad total del PP, desde que tienen la obligatoriedad y la misión de gobernar, cuatro gobiernos de  comunidades autónomas han entrado en crisis y han sido obligadas a convocar elecciones anticipadas. Eso no se conocía hasta ahora. Es una actuación desastrosa del PP que nos lleva a la mayor inestabilidad política de nuestra democracia. Y todo es por la culpa de la más absoluta falta de cintura política, que lleva al país a una situación totalmente anómala. Parece que llevan en el Poder más de tres años y solo llevan menos de un año. Y en todo este corto tiempo Asturias, Euskadi, Galicia y ahora Cataluña han entrado en una situación anormal convocando elecciones anticipadas. Y ello hace, evidentemente, crear un clima de inestabilidad completa que repercute, obligatoriamente, en una imagen de país transitorio e inseguro, totalmente negativo en los momentos de crisis económica que padecemos.
       Asturias comenzó con el sainete mezquino de Álvarez Cascos con los conflictos grotescos con sus antiguos correligionarios. Desencadenó un enfrentamiento tal que tuvo que convocar elecciones anticipadas. Después vino Euskadi donde el PP retiró el apoyo a los socialistas por unas razones que todavía no comprendemos y Patxi López ha sido obligado a adelantar elecciones. En Galicia, y de una manera extraña, el PP también convoca elecciones anticipadas con el aplauso de Mariano Rajoy. Y por último después de una reunión de dos horas en la Moncloa(con el juego que dan dos horas) con el Presidente de la Generalitat (ni tan siquiera le recibió en las escaleras), los dos no llegan a  ningún acuerdo y se convocan elecciones anticipadas con el mensaje envenenado de la Autodeterminación de Cataluña en la mochila. Y en todos estos asuntos donde lo eventual y lo precario hacen cosecha, el Gobierno de  Rajoy no puede echarle la culpa a nadie. Y ese es un problema mayúsculo. Aquí no están los socialistas como culpables y responsables de todo. Aquí no está Zapatero. Aquí no está la Unión Europea ni el Euro a los que se le puede endosar la responsabilidad. Aquí no está la crisis económica a la que pueden cargarle su gravamen. En exclusividad total, la responsabilidad completa de tanta  ineficacia la tiene el PP y nadie más que el Gobierno de Rajoy.
       La absoluta falta de cintura política con ese criterio que decía más arriba de creerse siempre poseedor de la verdad y del frentismo como arma política, han hecho que cuatro comunidades autónomas hayan, en tan poco espacio de tiempo, realizado  adelantos electorales.
       Pero de todo el más complicado es el de Cataluña. El PP que, desde Aznar, ha hecho una política de tripas contra Cataluña, con un recurso al Tribunal Constitucional contra la reforma del Estatut, con campañas en la calle despertando los más bajos instintos anticatalanistas, ahora tiene que lidiar con ese problema que no es moco de pavo. Y ante ese problema, más que importante, tenemos un Gobierno ineficaz, incapaz de cualquier negociación y apoyado por un Partido, donde en su mayoría de militantes añora aquella frase del mugriento  general, de repugnante  recuerdo, que hablaba de  “la unión de los hombres y las tierras de España” alrededor suya.
       Tenemos un problema importante delante de nosotros. Un problema al que hay que darle solución. Un problema que suministra mucha inestabilidad política de imagen de Estado en unos momentos difíciles cara al exterior y cara a nuestros conciudadanos que no entienden nada de la política sectaria que hace esta gente.


Pedro Villagrán
01.10.12       

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