Entre los
problemas que primero tendríamos que resolver en el estado actual en el que se
encuentra nuestro Partido es el de la Institucionalización.
Seguro que cuando lea esto alguien del Comité provincial de Málaga
o alguien que siga este blog con asiduidad pensará que ya está aquí el “tío” de
“las Instituciones y el Partido”. Y no les falta razón. Es que yo pienso que el
revoltijo y la mezcolanza de lo Institucional y lo Orgánico provoca unas
lealtades determinadas además de personalismos indeseables a favor de la Institución y un demérito
y descrédito de nuestra Organización política. Y con ese lastre,
perfectamente organizado en nuestra cultura orgánica desde hace tiempo, será
muy difícil salir del agujero en el que nos encontramos. Y se podría preguntar,
acaso, que tiene que ver la disminución del apoyo electoral de los ciudadanos a
nuestras siglas y la institucionalización del Partido. Pues para mi es una
causa efecto clarísima. Es la consecuencia clara de un gran defecto de forma esencial en nuestra
manera de ver y actuar en política. Y más. Es el Partido Popular el que siempre
ha tenido ese modelo diseñado de la confusión entre las ideas políticas y el
Poder público.
Esta mañana he
escuchado una entrevista a nuestro Secretario General Regional y Presidente de la Junta de Andalucía que, en
la cadena SER, ha contestado a diversas preguntas. Últimamente él se encuentra
bastante movidito en sacar al Partido, a nivel federal, en el atolladero en el
que se encuentra. Está muy preocupado y bastante intranquilo en la debilidad
del Partido. Y por ello, según sus cercanos colaboradores, piensa que es
importante dar un paso adelante para poder arreglar los problemas. No por otra
cosa que especularía cualquier malpensado. Solo por ello. Por arreglar a esta Organización en estas horas
tan bajas.
Cuando le
preguntó la entrevistadora si iba a dar un paso adelante dio una respuesta que
se me ha quedado marcada en mi mente. Es el más alto cántico a la Institucionalización
que yo he escuchado. “Yo soy Presidente de la Junta de Andalucía. Y ello para mi es lo más
importante. También soy Secretario General de la Ejecutiva Regional.
Y también soy Presidente de la Comisión
Ejecutiva Federal. Pero lo más importante para mi es la Presidencia de la Junta de Andalucía”.
A nadie se le
oculta. Todos lo sabemos. Pero no es malo recordarlo. El Presidente lo es
porque con el dedo de la elección digital, el anterior Presidente y Secretario General,
Manuel Chaves, lo propuso en el Comité Director Regional, cuando éste dimitió
para irse de vicepresidente del Gobierno a Madrid. Allí fue elegido Presidente por
dicho Comité. Todos pensamos en aquel momento que la imagen de la dualidad Presidente-
Secretario General iba a ponerse en vigor.
Los que conocen a Griñán de su larguísima vida institucional, hablaban de la
animadversión que ha tenido siempre a las estructuras orgánicas del Partido. No
ha sido nunca un hombre estructura orgánica. Ha sido, y lo es, un magnífico
gestor pero siempre alejado de las esferas orgánicas del Partido.
Cuando comenzó
a ejercer como Presidente comenzó a hacer sectarismo con los allegados a Manolo
Chaves. Y eso es bastante bien conocido.
Que se lo pregunten a los compañeros de Cádiz y de Almería si no. Y entonces,
ante las críticas recibidas, quiso ser Secretario General. Hubo un Congreso
complicado pero, como se veía venir, ganó de nuevo la institucionalización.
Andalucía quedó dividida y así hemos afrontado de nuevo el último Congreso
Regional de Almería, donde dijo aquella frase de “Los que no están conmigo y no
me apoyan, no se sientan en mi mesa” en un alarde de buena cultura de un Partido
que siempre ha sido un Partido plural y de consenso.
Y ahora, desde
Sevilla, están muy preocupados con la situación
federal y se quieren dar
alternativas concretas. Ahora quieren también lo Orgánico a nivel Federal. Pero
al revés que como siempre, desgraciadamente,
ha sucedido. Malas cartas para presentar un modelo diferente. Mala historia
para cambiar de rumbo. Mal tipo de alternativa para cambiar las cosas.
Yo recomendaría,
desde mi pequeño hueco en este Partido como militante de base, que no haya
salvadores. Que no haya redentores para esta Organización más que centenaria.
Dejemos que pasen las elecciones catalanas donde esperamos un nuevo varapalo. Y
después que Alfredo Pérez Rubalcaba comience a trabajar para cambiar de rumbo, hablando
con todos. Con los que están en el candelero, con los barones, con los Secretarios
Generales de las Federaciones y demás. Pero es importante que también hable y
saque conclusiones con otros muchísimos compañeros que desde la tribuna solo
queremos, y sin pedir nada a cambio, que nuestro Partido arregle su rumbo y
recupere su discurso ilusionante que nunca debió perder.
Pedro Villagrán
26.10.12
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