26 octubre 2012

LA INSTITUCIONALIZACIÓN Y LOS SALVADORES


       Entre los problemas que primero tendríamos que resolver en el estado actual en el que se encuentra nuestro Partido es el de la Institucionalización. Seguro que cuando lea esto alguien del Comité provincial de Málaga o alguien que siga este blog con asiduidad pensará que ya está aquí el “tío” de “las Instituciones y el Partido”. Y no les falta razón. Es que yo pienso que el revoltijo y la mezcolanza de lo Institucional y lo Orgánico provoca unas lealtades determinadas además de personalismos indeseables a favor de la Institución y un demérito y  descrédito de nuestra  Organización política. Y con ese lastre, perfectamente organizado en nuestra cultura orgánica desde hace tiempo, será muy difícil salir del agujero en el que nos encontramos. Y se podría preguntar, acaso, que tiene que ver la disminución del apoyo electoral de los ciudadanos a nuestras siglas y la institucionalización del Partido. Pues para mi es una causa efecto clarísima. Es la consecuencia clara  de un gran defecto de forma esencial en nuestra manera de ver y actuar en política. Y más. Es el Partido Popular el que siempre ha tenido ese modelo diseñado de la confusión entre las ideas políticas y el Poder público.
       Esta mañana he escuchado una entrevista a nuestro Secretario General Regional y Presidente de la Junta de Andalucía que, en la cadena SER, ha contestado a diversas preguntas. Últimamente él se encuentra bastante movidito en sacar al Partido, a nivel federal, en el atolladero en el que se encuentra. Está muy preocupado y bastante intranquilo en la debilidad del Partido. Y por ello, según sus cercanos colaboradores, piensa que es importante dar un paso adelante para poder arreglar los problemas. No por otra cosa que especularía cualquier malpensado. Solo por ello. Por  arreglar a esta Organización en estas horas tan bajas.
       Cuando le preguntó la entrevistadora si iba a dar un paso adelante dio una respuesta que se me ha quedado marcada en mi mente. Es el más alto cántico a la Institucionalización que yo he escuchado. “Yo soy Presidente de la Junta de Andalucía. Y ello para mi es lo más importante. También soy Secretario General de la Ejecutiva Regional. Y también soy Presidente de la Comisión Ejecutiva Federal. Pero lo más importante para mi es la Presidencia de la Junta de Andalucía”.
       A nadie se le oculta. Todos lo sabemos. Pero no es malo recordarlo. El Presidente lo es porque con el dedo de la elección digital, el anterior Presidente y Secretario General, Manuel Chaves, lo propuso en el Comité Director Regional, cuando éste dimitió para irse de vicepresidente del Gobierno  a Madrid. Allí fue elegido Presidente por dicho Comité. Todos pensamos en aquel momento que la imagen de la dualidad Presidente- Secretario General iba a ponerse en  vigor. Los que conocen a Griñán de su larguísima vida institucional, hablaban de la animadversión que ha tenido siempre a las estructuras orgánicas del Partido. No ha sido nunca un hombre estructura orgánica. Ha sido, y lo es, un magnífico gestor pero siempre alejado de las esferas orgánicas del Partido.
       Cuando comenzó a ejercer como Presidente comenzó a hacer sectarismo con los allegados a Manolo Chaves. Y eso es bastante  bien conocido. Que se lo pregunten a los compañeros de Cádiz y de Almería si no. Y entonces, ante las críticas recibidas, quiso ser Secretario General. Hubo un Congreso complicado pero, como se veía venir, ganó de nuevo la institucionalización. Andalucía quedó dividida y así hemos afrontado de nuevo el último Congreso Regional de Almería, donde dijo aquella frase de “Los que no están conmigo y no me apoyan, no se sientan en mi mesa” en un alarde de buena cultura de un Partido que siempre ha sido un Partido plural y de consenso.
       Y ahora, desde Sevilla, están muy preocupados con la situación  federal y se quieren  dar alternativas concretas. Ahora quieren también lo Orgánico a nivel Federal. Pero al revés que  como siempre, desgraciadamente, ha sucedido. Malas cartas para presentar un modelo diferente. Mala historia para cambiar de rumbo. Mal tipo de alternativa para cambiar las cosas.
       Yo recomendaría, desde mi pequeño hueco en este Partido como militante de base, que no haya salvadores. Que no haya redentores para esta Organización más que centenaria. Dejemos que pasen las elecciones catalanas donde esperamos un nuevo varapalo. Y después que Alfredo Pérez Rubalcaba comience a trabajar para cambiar de rumbo, hablando con todos. Con los que están en el candelero, con los barones, con los Secretarios Generales de las Federaciones y demás. Pero es importante que también hable y saque conclusiones con otros muchísimos compañeros que desde la tribuna solo queremos, y sin pedir nada a cambio, que nuestro Partido arregle su rumbo y recupere su discurso ilusionante que nunca debió perder.




Pedro Villagrán
26.10.12    

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