Son las 20.27 del domingo. Voy a ver el
partido de Holanda- Portugal. Parece que será interesante. Holanda tiene un
buen equipo y Portugal buenas individualidades. Yo, personalmente, quisiera que
ganara Portugal. Por eso de la vecindad ibérica. Y porque me caen mejor los
portugueses. Los holandeses siempre fueron demasiado piratas. Mi corazón rojo,
español y culé, a la vez, me debería de hacer ponerme en espíritu contrario de Pepe y de Cristiano Ronaldo. Pero, además,
tengo mis otras complicadas razones en mi cabeza en saber porqué le tengo
cierta manía a Portugal. Y es raro porque siempre no ha sido así. Y creo que
ese cambio es culpa de un tipo al que le tengo una manía enorme. Es a Cristiano
Ronaldo. Al que le llaman en japonés “KASIMESI” y se cabrea un montón.
Siempre he
detestado a los imprescindibles. Siempre he abominado a los indispensables y a
los irremplazables. Siempre he aborrecido a los que se creen insustituibles. En
el quirófano, en la política, en el trabajo, en el sindicalismo, en las labores
domésticas, en todos los sitios, lo importante es lo colectivo y lo general.
Ello es lo enriquecedor. Lo contrario, lo individual, lo propio, lo privativo
es mezquino y empobrecedor. Y también, en el deporte, es fundamental el equipo,
el conjunto. Los tantos los marca el equipo y no los jugadores. Los jugadores
meten el balón pero todo es porque forman parte del equipo.
Ronaldo se pone contento si marca él. Si lo hace otro
su cara se arruga y se crispa. Tiene que hacerlo él. Si no parece que no es
gol. O es menos gol. Y ello me hace molestar sobremanera. No lo entiendo. No lo
acepto. Está en contra de todo lo que yo pienso de lo colectivo y de lo general
que creo en la vida, en mi alrededor y en el fútbol. Y me crispa tanto que le
tengo mucha manía a tan gran futbolista como es Cristiano Ronaldo. Le acepto
que diga que le tengo manía porque él es guapo, alto, rico y juega en uno de
los mejores equipos del mundo. Lo acepto. Lo que no acepto es verle su cara
crispada cuando algún compañero mete un gol porque lo podría haber metido él.
No lo acepto y me da hasta una sensación de hastío y de asco.
No obstante
esa actitud no quiero que desaparezca para que sea vista, valorada y opositada.
Esa actitud de Ronaldo debe de verse más para que sea mas evaluada. Por lo
tanto no quiero que eliminen a Portugal. Quiero ver mas veces el maravilloso
jugador Cristiano Ronaldo y quiero ver mas veces la insólita mueca desfavorable
cuando un compañero hace un magnífico gol, quedándose como quitándole mérito al
mismo que podría haber sido marcado por un tipo tan guapo y tan alto como él.
Simplemente para valorarlo y que otros lo valoren también.
Pedro Villagrán
17.06.12
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