
En la legislatura anterior he estado realizando, como sabeis, las funciones de portavoz de Sanidad del Grupo Socialista del Senado. Y en toda ella he estado luchando sin cesar contra la postura de la derecha y sus ad láteres que intentan favorecer el copago en la sanidad. Ya en mi trabajo anterior como médico, en mi hospital, la mayoría de compañeros médicos hablaban y requetehablaban de las bondades para el sistema sanitario que significaría la implantación del copago sanitario. Hablaban con sorna del “gratis total”, de lo poco que se estima lo barato, de lo que se aprecia lo caro y otras muchas consideraciones siempre en beneficio de la implantación de dicho gravamen sanitario.
Siempre la derecha defendió a la sanidad privada en contra Sistema Sanitario Público. Aceptó el Servicio Nacional de Salud cuando el Gobierno de Felipe González lo creó pero siempre atacando la idea de la igualdad de todos los ciudadanos ante los Servicios Sanitarios. Eso, como siempre, les importó un bledo y solo lo mantuvieron en las legislaturas de Aznar como una medida electoralista sin más. Y entonces no era un problema económico sino de funcionamiento interno y de criterios igualitarios. Y hoy que la crisis económica los obliga a los recortes a lo primero que le dan con la tijera es la Sanidad y lo primordial que imponen es el copago.
Siempre los socialistas defendimos posicionamientos contrarios al copago porque siempre estuvimos en contra del negocio con la Sanidad. La derecha no entiende todavía que los españoles pagan ya con sus impuestos la Educación y la Sanidad publicas. La propuesta del PP de introducir un copago es hacer que los españoles paguen dos veces por el mismo servicio. Y además perturba el principio de la progresividad fiscal, haciendo que pague más no quien más gana sino quien mas enferme, sea cual sea su nivel de renta.
Una de las claves del éxito de nuestro Sistema Sanitario es la accesibilidad. La facilidad de acceder a él. Y todas las trabas y todas las barreras que se pongan tendrán en contra a los Socialistas.
Hablan que el copago es el “chocolate del loro” y que es poco dinero el que se va a recaudar. Y tienen en eso razón. Pero esa nimiedad de copago del que hablan, abre las puertas para un modelo muy diferente al que estamos acostumbrados y que lesiona muy importantemente la calidad del Sistema. Por ejemplo. Si un enfermo se siente con una cefalea que pudiera ser banal en la noche y la medida coercitiva del copago le hace abandonar la idea de acudir al médico, pudiera tener graves consecuencias y muchísimo más caras si ese dolor de cabeza es un síntoma de un pre-ictus cerebral en un hipertenso.
Pero van a poner el copago. Por supuesto que si. Pero hemos de decir que esa decisión no es competencia de las Comunidades Autónomas. Que sean ellas las que tomen la decisión hará, aun más, un bache entre la igualdad entre las mismas, haciendo comunidades con copago y otras sin ella. Esa decisión es una competencia del Estado Central pero al PP eso le interesa bien poco. Bastante bien poco.
En Andalucía, si mantenemos el Gobierno, con toda seguridad no vamos a imponer ninguna medida coercitiva ni restrictiva para sacarles las “pelas” a los usuarios del Servicio Sanitario Público. Aquí preferimos trabajar con los genéricos, con los concursos abiertos de medicamentos y con fortalecer la Educación Sanitaria a los usuarios del Sistema. Y a eso le llamamos simplemente optimizar los recursos públicos para no lesionar derechos adquiridos.
Pedro Villagrán
15.03.12
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