
Es evidente que los resultados últimos, que no son más que una continuación de los malos recogidos en las municipales, muestran una serie de problemas internos en la Organización provincial del PSOE que auguran una línea de continuismo aciago que va a desembocar, si no lo remediamos, en las elecciones autonómicas. Ante estos hechos más que lamentables para nuestros intereses como militantes socialistas, es razonable que haya una serie de compañeros que pensemos que con la misma Dirección política actual las cosas no van a cambiar en ese nefasto e infeliz devenir que iniciamos hace algunos meses.
Con una ausencia absoluta de espíritu crítico, la Dirección provincial continúa hablando de unidad, de consenso y de una legitimidad, que no se le pone en duda, pero, con la máxima objetividad, con criterio equivocados en la salida a esta situación.
En política nada es baladí. Todo tiene una explicación más o menos clara. Y aunque nadie discute (por lo menos yo) la legalidad estatutaria de la situación, creo que sería fundamental realizar algunas maniobras políticas cara a la galería, cara a la ciudadanía y cara a la militancia por parte de la Dirección del Partido. Un espíritu crítico digno de nuestra Organización debería reconocer que las cosas van mal, que las cosas no funcionan y que con esta línea de actuación vamos lejos de levantar el vuelo y hacernos fuertes para afrontar unas elecciones autonómicas que se nos pintan difíciles. Y es altamente negativo escudarse en la crisis económica o compararse con otras provincias donde los resultados han sido peores que los nuestros.
Este Partido tiene unos estatutos, que olvidamos muchas veces, y que tiene soluciones para muchas conflictivas situaciones. Y también las tiene, por supuesto, para la situación actual que padecemos. El Comité Provincial es la única solución que aparece en este complicado panorama. En éste último está la auténtica representación de la Organización y es el verdadero órgano de control político para la Dirección Provincial. Los estatutos lo dicen claro y ellos dan la salida.
Sin cortarse las venas (hablando evidentemente en términos políticos), ni realizando grandes aventuras quirúrgicamente violentas, se debería realizar un Comité Provincial y hacer, por parte de la Dirección, una crítica clara y serena que evidentemente asumiríamos todos como la de la comparación con otros territorios y lo de la crisis económica. Pero la responsabilidad de la confección de las listas, la campaña altamente mejorable, la lejanía del Partido con la ciudadanía y las disfunciones del funcionamiento interno son asuntos que recaen totalmente en la responsabilidad de la Dirección y no en los miembros del Comité.
Igualmente hay que dar la voz al Comité. Y no en turnos de tres minutos sino con una amplia participación y sin trabas El tiempo que sea necesario porque la situación así lo merece.
La Dirección está obligada a hacer cambios importantes en la estructura de la Ejecutiva provincial y para ello solo hace falta un Comité Provincial Extraordinario y no es necesaria la convocatoria de un Congreso extraordinario, ni mucho menos. Y ello se podría realizar con premura y en un espacio corto de tiempo. Esa serían unas medidas claras y unas señales perceptibles al conjunto del Partido y a la ciudadanía de que, en los cauces estatutarios se ha hecho lo que se podía hacer en estos momentos. Y, además, quedaría claro, que se ha entendido el mensaje y se ha comprendido la señal que los ciudadanos han dado.
La amplitud exagerada de la Comisión Ejecutiva, la ausencia de presencia física en la Dirección de compañeros por tener altas responsabilidades fuera de Málaga, las presencia excesiva de cargos institucionales en la misma, las dimisiones que se han realizado, etc., dan la posibilidad de hacer una remodelación oportuna y generosa con incorporaciones varias de otros compañeros diferentes, siempre en esa línea de unidad que demanda el Secretario General.
No es tan grave como parece. No es tanto follón. Pero es necesario tener la voluntad clara de resolver los asuntos graves que nos rodean y que no pueden desembocar, si no se arreglan, en situaciones aún más complicadas y muy lesivas para el futuro de nuestra Organización.
Pedro Villagrán 23.11.2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario