Tenía intención de escribir en mi blog. Empecé a escribir del Tribunal Constitucional y del posicionamiento del PP en el posible acuerdo de los nombres a proponer. Un tema verdaderamente vergonzoso y que demuestra el concepto del Partido Popular del acuerdo y del compromiso. Lo borré por estar repitiendo lo mismo hasta la saciedad. Después empecé a es escribir sobre los pitufos en Júzcar el próximo jueves con su pueblo totalmente azul. Igualmente lo borré porque ya he escrito sobre ello. Las gaviotas siguen graznando al lado de mi jardín y los polluelos ya le salen sus cabecitas por encima de las hojas secas de la palmera muerta. Lo borré igualmente. No tengo tema para meter en mi blog hoy.
Me voy a las páginas de Facebook y veo un comentario que me retuerce la barriga. “El alcalde de Estepona no va a cobrar sueldo”. Y esa noticia que pudiera ser una noticia consecuencia del deterioro económico de ese Ayuntamiento, es aprovechada por algunos para, haciendo comentarios improcedentes, ponerlo como ejemplo de honradez, de honestidad y de decencia. No dudo en las cualidades morales del nuevo alcalde de la población esteponera. Ni mucho menos. Pero el no recibir un sueldo no significa en modo alguno pureza ni limpieza en su actividad política. En absoluto. No deberíamos olvidar que el nuevo alcalde de Estepona es Notario y titular de una notaría prestigiosa de dicho pueblo. Por lo tanto juega con bastante ventaja en su posicionamiento económico. Sería evidente que si cobrase del Ayuntamiento, debería dejar la Notaría por incompatibilidad manifiesta. Pero, además, no debemos de olvidar que la primera medida que ha puesto en funcionamiento es la retirada de emolumentos a la oposición en una manifiesta actuación de mermarla y empequeñecerla. Pudiera venderse como una medida de austeridad pero estamos convencidos que, aparte de una clara medida ahorrativa, tiene un importante actuación de querer gobernar sin una verdadera oposición.
En la Dictadura los alcaldes y los concejales no cobraban. Las cuentas eran tan opacas que no se sabía de que vivían. La sospecha de retribuciones oscuras era la sempiterna discusión. Se hablaba de un porcentaje del presupuesto, de comisiones extrañas y de dineros que no se sabía de donde venían. Esa era la norma de funcionamiento en aquel Sistema oscuro y casi velado a la fiscalización opositora.
Pero siempre queda, en mentes muy receptivas al populismo, el poner por encima de los niveles democráticos el no cobrar un salario por el trabajo que se realiza. Si ello fuese así, solo los ricos y los potentados económicos podrían estar en política. Y la democracia necesita, como un asunto muy prioritario, que todos tengamos la posibilidad de ejercerla en las instituciones, seamos como seamos y tengamos el dinero que tengamos. Es penoso, como el caso de mi “amigo” de Facebook, que personas que viven día a día en nuestra sociedad y que presumen de cierto criterio crítico con ramalazos de intelectualidad, hablen como un valor importante el no cobrar un sueldo por ejercer una función de servicio a la Comunidad. Solo componendas antidemocráticas, unidas a un concepto no muy claro de la honestidad y de la moralidad pueden justificar un planteamiento tal.
El alcalde de Estepona no cobrará sueldo y continuará con su notaría funcionando. Habrá que ver como se desarrollan las cosas y como se desarrolla la legislatura que comienza ahora. Habrá que darle hilo a la cometa. Pero estoy convencido que la posibilidad de realizar funciones interesadas paralelas entre su puesto de Notario y el Ayuntamiento es de una evidencia manifiesta. Y que quede claro que espero que no. Pero el viento de la sospecha está ahí. Lo malo es que le quita el sueldo a sus opositores que, como no son notarios, tendrán que volver a sus puestos de trabajo anteriores para su sustento y dejarán abandonada la obligada labor de oposición en un Ayuntamiento tan conocedor de irregularidades, no en los últimos sino en tiempo pretéritos, como el de Estepona.
Pedro Villagrán 14.06.2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario