Cuando se elaboran los programas electorales, cuando se hace el ideario de campaña, cuando se configura la actividad electoral y otras cuestiones para configurar un plan real de campaña para las próximas elecciones, existen muchos planteamientos a poner sobre la mesa por parte de los responsables de la Organización siempre en la finalidad de un contundente éxito electoral.
Evidente es que no soy un experto en marketing electoral ni en mercadotecnia cívica, pero como en ese tan conocido ambiente hay muchos que presumen de tener enormes experiencias y lo que tienen como experiencia es esa facultad ,pero en sonoras pérdnidas electorales,me atrevo a plantear algo que estoy viendo desde hace tiempo.
Las campañas, muchas veces van dirigidas a los jóvenes, a las mujeres, a los cibernautas, a los de tal o cual franja social, urbana o étnica. En resumen se dirige la campaña a un colectivo o grupo mayoritario de personas a los que se les invita a votarnos después de convencerlos. Es normal que en la direción de a donde va la campaña no se olviden a los anteriores colectivos. Pero es muy importante, em mi criterio no olvidar el colectivo importantísimo de los abtencionistas.
Muchísimos electores acuden a votar el día de los comicios para cumplir con su obligación cívica , pero hay una gran cantidad de ciudadanos que no acuden al colegio electoral por una serioe de razones. Unos se van a la playa, otros se quedan en su casa y otros ignoran totalmente el proceso electoral. Pero no podemos olvidar a los que votaron siempre y ya no votan porque están o bien aburridos o bien desilusionados de lo que han visto después de anteriores elecciones o bien desegañados de gobiernos salidos de las urnas.
Casi todos los que andan desengañados son de tendencia de izquierda o centro izquierda, es decir votantes de nuestras siglas. Y esa desilusión viene la mayoría de las veces como consecuencia de votos anteriores a nuestras siglas y que han perdido la confianza en nosotros. La derecha es muchísimo mas fiel y leal electoralmente hablando. Si embargo la izquierda es mas crítica, de más análisis y de mas censura ante la política. Este colectivo, que yo creo importantísimo, es fundamental en el día electoral. Yo pienso que si movilizamos a ese sector tenemos muchas, pero muchas, posibilidades de ganar las próximas elecciónes. Pero ese discurso debería ser de compromiso con nuestro ideario, con nuestra filosofía política y de importante corte ideológico de izquierdas. Pero para ello, por lo tanto, tenemos que dar un discurso moderno, interactivo y de futuro dirigido a la juventud y a las capas medio-urbanas ( (como se decía en la Renovación). Pero es evidente que ese discurso debe de quedar impregnado de una reflexión atractiva a un compromiso de izquierdas, de un compromiso de progreso y de cambio social al que los socialistas siempre hemos estado adheridos e insertos.
Tenemos que recuperar a nuestros clásicos electores de la izquierda clasica, los de la izquierda social tradicional, que son, en mi criterio, los que ocupan, ni mas ni menos, el mayor espacio del índice de la abstención electoral.
Pedro Villagrán 05.08.10
Evidente es que no soy un experto en marketing electoral ni en mercadotecnia cívica, pero como en ese tan conocido ambiente hay muchos que presumen de tener enormes experiencias y lo que tienen como experiencia es esa facultad ,pero en sonoras pérdnidas electorales,me atrevo a plantear algo que estoy viendo desde hace tiempo.
Las campañas, muchas veces van dirigidas a los jóvenes, a las mujeres, a los cibernautas, a los de tal o cual franja social, urbana o étnica. En resumen se dirige la campaña a un colectivo o grupo mayoritario de personas a los que se les invita a votarnos después de convencerlos. Es normal que en la direción de a donde va la campaña no se olviden a los anteriores colectivos. Pero es muy importante, em mi criterio no olvidar el colectivo importantísimo de los abtencionistas.
Muchísimos electores acuden a votar el día de los comicios para cumplir con su obligación cívica , pero hay una gran cantidad de ciudadanos que no acuden al colegio electoral por una serioe de razones. Unos se van a la playa, otros se quedan en su casa y otros ignoran totalmente el proceso electoral. Pero no podemos olvidar a los que votaron siempre y ya no votan porque están o bien aburridos o bien desilusionados de lo que han visto después de anteriores elecciones o bien desegañados de gobiernos salidos de las urnas.
Casi todos los que andan desengañados son de tendencia de izquierda o centro izquierda, es decir votantes de nuestras siglas. Y esa desilusión viene la mayoría de las veces como consecuencia de votos anteriores a nuestras siglas y que han perdido la confianza en nosotros. La derecha es muchísimo mas fiel y leal electoralmente hablando. Si embargo la izquierda es mas crítica, de más análisis y de mas censura ante la política. Este colectivo, que yo creo importantísimo, es fundamental en el día electoral. Yo pienso que si movilizamos a ese sector tenemos muchas, pero muchas, posibilidades de ganar las próximas elecciónes. Pero ese discurso debería ser de compromiso con nuestro ideario, con nuestra filosofía política y de importante corte ideológico de izquierdas. Pero para ello, por lo tanto, tenemos que dar un discurso moderno, interactivo y de futuro dirigido a la juventud y a las capas medio-urbanas ( (como se decía en la Renovación). Pero es evidente que ese discurso debe de quedar impregnado de una reflexión atractiva a un compromiso de izquierdas, de un compromiso de progreso y de cambio social al que los socialistas siempre hemos estado adheridos e insertos.
Tenemos que recuperar a nuestros clásicos electores de la izquierda clasica, los de la izquierda social tradicional, que son, en mi criterio, los que ocupan, ni mas ni menos, el mayor espacio del índice de la abstención electoral.
Pedro Villagrán 05.08.10
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