26 octubre 2009

La momia guanche. El error de los nacionalistas

En la anterior legislatura una Moción en la Comisión de Cultura se pedía que la Momia Guanche, que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología, fuese enviada a Canarias porque se trataba de "restos de un ciudadano de las Islas Canarias". La moción salió adelante con los votos del PP. Ahora se vuelve a la carga solicitando tan, en mi criterio, absurda petición. He recuperado el artículo que publiqué entonces en "El Día" de Santa Cruz de Tenerife. Es de actualidad, a pesar de tres años.


La Momia Guanche. El error nacionalista


LA ESPAÑA PLURAL que los socialistas defendemos, con las reformas que realizamos, son parte de un modelo de país descentralizado con una mayor capacidad de gestión de los gobiernos autonómicos, dentro de la unidad de España y de un respeto exquisito a la Constitución de 1978. Este concepto de país, compromiso electoral del PSOE, es apoyado por las fuerzas de izquierda del arco parlamentario, con el respaldo nacionalista y la oposición frontal del primer partido de la oposición.
Nunca en la historia de nuestro país los nacionalistas fueron capaces de esbozar un proyecto con la derecha, tan cercana a ellos, que planteara un modelo coherente y funcional de descentralización del Estado. Y ello es porque los nacionalistas, aquí y en la Conchinchina, confunden el terruño con lo cateto, lo cercano con lo cercado, lo lejano con lo extraño. Confunden, malintencionadamente quizás, lo particular con la partícula, lo propio con la propiedad, el folclore con el chovinismo. Carecen de la magnífica visión de lo general, de lo amplio, de lo universal, contrario a lo parcelar, a lo pequeño, a la pobreza intelectual.
El pasado día 15 un senador de Coalición Canaria presentó en el Senado una moción en la que se instaba al Gobierno de la Nación devolver la momia guanche que se encuentra en el Museo Nacional de Antropología, Etnografía y Ciencias Naturales al Museo Arqueológico de Tenerife. La más relevante argumentación que hacía para defender dicha moción era el acientífico criterio de que la momia es de Canarias. Igualmente razonaba que la momia llevaba en esa ubicación treinta años. Además, entre otras cosas, argumentaba que se encontraba en un salón al lado de piezas de Filipinas, Sudamérica y Antillas como si Canarias, decía, fuese de una colonia. Instaba, por ello, al Gobierno central a "devolver a sus propietarios la momia, que debe de ser expuesto al servicio de la colectividad".
Ante tal cúmulo de argumentos disparatados, parecería que dicho bien cultural y científico estuviera en un sótano lleno de polvo y sin ser visto por nadie ni servir para nada. Se encuentra, ni más ni menos, en el Museo Nacional de Antropología, Etnografía y Ciencias Naturales y no desde hace treinta años, sino desde 1771, en el reinado de Carlos III, cuando se creó el Museo, orgullo de nuestro país y, desde el punto de vista científico, uno de los más brillantes del mundo.
La momia se encuentra en un estado de conservación excelente, introducida en una urna de cristal con un filtro solar determinado para ella y con unos parámetros de humedad, temperatura y presión atmosférica idóneos para su conservación. Todos los días se revisan dichos parámetros y se cuantifica científicamente su posible deterioro. Recientemente se han realizado en la misma estudios científicos que valoran criterios ilustrados sobre la evolución de nuestra especie.
La momia guanche constituye, pues, el resto de un ser humano que forma parte de la escala filogenética diferenciada que se dio lugar en las Islas Canarias. Es por ello un bien de carácter científico, estudiado científicamente y expuesto en un Museo Nacional para el estudio, el disfrute y admiración de todos.
En el Museo de Tenerife existen otras momias y numerosos exponentes que explican y difunden a la población canaria la cultura guanche. Nada, absolutamente nada, aportaría una más entre ellas que no sea una apreciación simplemente simbólica, subjetiva y chovinista.
Sin embargo la importancia, lo que la momia guanche aporta al Antropológico es exactamente ese matiz, el estar por encima de su ubicación geográfica, con un contexto mucho mas rico en el que se representan ricas culturas de los cinco continentes, transcendiendo los límites territoriales. Supone, pues, un valor añadido de prestigio a ella misma al estar ubicada en dicho Museo Nacional, centro reconocido internacionalmente, sin menoscabo, por supuesto, del Museo Arqueológico de Tenerife.
Pero no, la momia, según los nacionalistas canarios, es de Canarias y a ella debe retornar. Con el voto de la derecha, del PP, tan defensora de la unidad de España y agorera de tantos rompimientos y estropicios, y de los nacionalistas vascos, salió la moción adelante. Salió adelante, sí, pero sin el más mínimo atisbo de racionalidad científica, con una visión parcelada y aldeana, sin la más liviana idea del Estado que construimos y, sobre todo, dañando gravemente el patrimonio museístico y científico de nuestro país.


Senador por Málaga del PSOE. Vocal de la Comisión de Cultura en el Senado





Pedro Villagrán 27.10.09

1 comentario:

  1. Adem... Read moreás de las acostumbradas simplificaciones para descalificar al nacionalismo y los nacionalistas (a no ser que les hagan falta los votos para aprobar los presupuestos), el senador socialista pasa deliberadamente sobre puntos tan importantes cómo la escasa idoneidad de la presencia de una momia en un museo de antropología y no de arqueología, su desafortunadísima ubicación dentro del propio museo, el escasísimo valor pedagógico de la explicación que acompaña a la momia,... Incurre además el senador socialista en lo que podríamos llamar "el error de los socialistas", que es, básicamente, la ideologización del debate. ¿A qué viene tanta mención a la unidad de españa, el proyecto federal,... etc. ? Dime de qué presumes y te diré de qué careces. PP y PSOE no son tan diferentes en algunas cosas y en lo que hace a Canarias casi podríamos decir que son el mismo perro con distinto collar. Como canario residente en Madrid, preferiría que la momia estuviera en el Museo Arqueológico, donde puede ser conservada y mostrada, sin perjuicio de posibles daños derivados de su traslado al archipiélago. Y esto en el marco de una contextualización científica coherente acerca de las culturas indígenas canarias a las que los castellanos contribuyeron a destruir y someter. Sería algo así como un pago por la deuda histórica no declarada: disponer en el Museo Arqueológico de una sala dedicada a Canarias donde mostrar dignamente una representación de nuestras culturas aborígenes en la capital de España.

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