Llamamos células troncales a un tipo de células indiferenciadas que tienen la capacidad de dividirse indefinidamente sin perder sus propiedades y llegar a producir células especializadas. La mayoría de las células de un individuo adulto (nos estamos refiriendo, evidentemente al hombre y los mamíferos superiores) no suelen multiplicarse, salvo para mantenimiento de algunos tejidos como la sangre y la piel. Las células del músculo y de la grasa en condiciones normales no se dividen. Si engordamos, no es que tengamos más células, en realidad tenemos la misma cantidad de células, pero éstas han aumentado de tamaño. Si una lagartija pierde la cola, le vuelve a crecer. En los mamíferos no ocurre así. Si un individuo pierde un miembro, no lo vuelve a desarrollar. Su capacidad de regeneración está limitada a la cicatrización. Sin embargo, en prácticamente todos los tejidos hay unas células que, aunque habitualmente no se dividen, en condiciones particulares pueden proliferar y regenerar ese tejido. Artificialmente se ha visto que estas células tienen capacidad de reproducirse y generar otros tejidos distintos, y reciben el nombre de células madre.
Esta mañana en el Senado el PP ha presentado una moción para que el Gobierno priorice la investigación de células madre de origen umbilical y del líquido amniótico.
Eso una obviedad ya que el Gobierno está cumpliendo rigurosamente lo establecido en el Acuerdo de Oviedo del Consejo de Europa sobre Derechos Humanos en lo que concierne a los embriones y la Ley 14/2007 de investigación biomédica.
La investigación que se realiza en España es por un lado con células madre adultas del cordon o del líquido amniótico y por otro lado sobre tejidos embrionarios procedentes de preembriones que proceden de remanentes de técnicas de fecundación asistida cuyo fin último es la destrución.
Nosotros apoyamos dichas directrices legales pero no podemos dejado pasar esta ocasión para afirmar que el verdadero futuro de la investigación con células madre está en la investigación con las células troncales de origen embrionario. No se decía en la moción pero ha quedado claro que el Grupo Popular en dicha moción tiene el interés de dejar en una situación de inferioridad la investigación con células troncales de origen embrionario ante la investigación con células madre de origen del cordón umbilical y amniótico.
Desde el punto de vista científico se considera muy necesario continuar las investigaciones con células troncales de origen embrionario, por dos motivos.
1 Existe evidencia científica clara y suficiente de que las células troncales adultas presentan notables diferencias de comportamiento biológico frente a las células troncales de origen embrionario, estando todavía por definir el potencial terapéutico de estas últimas.
2 Los recientes avances conseguidos con células troncales adultas han sido posible gracias al conocimiento obtenido del estudio de las células troncales embrionarias, las cuales continúan siendo una fuente importante de conocimiento científico.
El Partido Popular habla de “destruir embriones humanos”. Ello no se ajusta a la verdad, puesto que dichos preembriones, y me ajusto a los criterios y terminología de la OMS, que habla de preembriones al cigoto no implantado, dichos preembriones son remanentes de las técnicas de reproducción asistida no aptos para usos reproductivos cuyo último fin obligado es la destrucción. Además, es evidente la referida Ley 14/2007 de investigación biomédica, de acuerdo con el Convenio de Oviedo del Consejo de Europa que prohíbe expresamente la creación de embriones humanos con fines exclusivamente de investigación.
Además se habla por parte del PP de malgastar recursos públicos en una investigación que no sirve para curar enfermedades. Le hago saber que esta supuesta falta de utilidad terapéutica está aun por demostrar por la comunidad científica. El problema que plantea el Partido Popular tiene una base, como a nadie se les escapa, en conflictos morales y éticos, respetables pero por lo tanto por nuestra parte totalmente discutibles, cuando no infundados.
Se ha aprobado una transacional, aprobada por todos los grupos, donde hemos introducido nuestro marco legal del Acuerdo de Oviedo y de la Ley 14/2007. En nuestra intervención hemos dejado claro que el futuro de la investigación biomédica está en las células madre de origen embrionario provenientes de preembriones desechables de técnicas de reproducción asistida.
Igualmente hemos dejado claro la miopía del PP, ya que es evidente y significativo que en numerosos países de nuestro entorno se haya incrementado progresivamente la financiación pública de la investigación con células troncales embrionarias y que en EEUU, hace escasamente siete meses, se haya levantado el veto, impuesto por la administración Buch, a la financiación con fondos federales de este tipo de investigaciones.
Pedro Villagrán 08.10.09
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