CON EL PUÑO IZQUIERDO CERRADO

Es una autentica desfachatez, por no decir otra cosa mas gorda, que el Partido Popular hable ahora de los puños en alto. Y lo digo porque yo soy uno de los que saluda, cuando se canta la Internacional, con el puño izquierdo cerrado en alto. Ello lo tengo a gala y me enorgullezco sobremanera.
Es una vergüenza que se quiera comparar a estas alturas el saludo fascista a la romana con lo que significa el signo de la lucha contra la opresión, la lucha por la justicia social y política y el signo mas evidente de la rebeldía contra la injusticia y la opresión. Pero de este Partido Popular con tantísimas connotaciones ultraderechistas, por no llamarlas de otro nombre, hijo y heredero de tiempos pasados que no quieren reconocer, representante legal del anterior régimen al que no quieren condenar ni desengancharse, a este Partido no se le puede pedir otra cosa.
Allá por los años ochenta paseaba yo por un parque en Berna a la mano de mi hijo Daniel, con cinco años, cuando en Paseo del Parque había un grupo de individuos alrededor de una mesita que contenía propaganda ultraderechista. Ellos iban en su estética usual con botas altas, correajes y signos de organizaciones nazis. Saludaban a la romana y en alemán saludaban a los paseantes ofreciéndoles propaganda de su repugnante ideología. Evidentemente pasamos de largo y de pronto entró con gran aspaviento un coche policial lleno de policías con cascos, porras enormes y grilletes en las manos. Los fascitas corrían y corrian dejando toda la propaganda por los suelos. Por el lado contrario salió otro coche de policía con otro contingente de la misma guisa. Una redada en toda regla. Sin mediar palabra empezaron a dar golpes con las porras sin ton ni son y a esposar sin miramientos a aquellos "propagandistas". Incluso esposados seguían recibiendo golpes de aquellos agentes "del orden" que les apresaban. Yo, con mi hijo, asustado, mirábamos la escena entre sorprendidos y temerosos por si se escapaba algo para nosotros. Les preguntamos a un suizo, quye no se inmutaba, de los que miraban como nosotros el porqué de la violencia de aquella escena y si era normal. Con voz seria y contundente nos respondió "Tolerancia cero".
En Europa, en nuestro habitat de libertades y después de lo que sucedió en todo el continente en los cuarenta, los signos fascistas, ultraderechistas y nazis estan totalmente prohibidos. Totalmente prohibidos al igual que están prohibidas toda propaganda de esa calaña repugnante. En España, sin embargo, se sigue, con auténtica verguenza, admitiendo y soportando organizaciones ultraderechistas que hacen, en multitud de casos, ostentación de su ideología y de sus signos.
Sres del PP : Mi partido es el Partido Socialista Obrero Españo, de más de 125 años de trabajo sostenido en este país.. Es un Partido de la Internacional socialista. Su bandera es roja. Su himno es La Internacional. Su ideología es claramente de izquierdas. Su signo es un puño cerrado con una rosa. Ademas tiene otro signo que es el libro, la pluma y el yunque. Es un Partido que profesa el laicismo. Es un Partido de trabajadores. Es un Partido que formaba parte del Gobierno republicano que sufrió aquel Golpe del 36 por parte del Ejercito rebelde, apoyado por la derecha de nuestro país, la Iglesia y la reacción. Eso es Historia. Ni mas ni menos. Mi Partido, El PSOE, fué el eje de la Transición, con otras fuerzas políticas,una vez muerto el Dictador. Es un Partido europeista, abierto, que trajo las libertades a este país y sin él este país estaría todavía en las cavernas de la ultraderecha y del oscuro mundo de la Dictadura. Mi Partido es internacionalista y defiende la igualdad entre todos los hombres y mujeres del mundo. Mi Partido saluda con el puño izquierdo cerrado como señal de rebeldía contra tanta y tanta injusticia que tenemos en nuestro entorno ,nacional e internacional.
Srs. del PP. Basta ya de tanta hipocresía política. Su Partido es un Partido nuevo, moderno de pocos años, heredero de Alianza Popular que a la vez era heredero de lo mas granado del franquismo. Y nosotros no tenemos culpa de que ustedes sean como son y sean herederos de lo que son. No nos importa que saluden a la romana o como los japòneses con la nariz, pero no jueguen con la historia y no engañen al personal que todos nos conocemos y sabemos perfectamete de donde vienen, lo que son y los intereses que defienden.




Pedro Villagrán 10.09.09