06 mayo 2010

A MIS BLOGEROS.- CON TODO MI RESPETO Y AGRADECIMIENTO. GUERRISMO 2

           Cuando, hoy en día, en política se discrepa de un planteamiento determinado en contra de la aplastante mayoría, siempre hay alguien que dice con voz diplicente...Ese es un guerrista. Y lo dicen de una forma desairada, despreciativa, como viniendo de otro mundo de la política. Un intransigente, un radical, un exaltado sectario.
     Yo nunca he hablado sentado en una mesa con Alfonso Guerra. Yo nunca he hablado a solas con Alfonso Guerra y nunca he tenido la suerte de tener un debate con este compañero que le da nombre al guerrismo. Con amigos y compañeros suyos, miles de reuniones, pero con la "fuente" nunca. 
        Sin embargo estoy totalmente con el ideario guerrista  con unos principios determinados que tienden a un determinado modelo de sociedad y que predican  un modelo de Partido concreto. Yo creo en un Partido riguroso en la interpretación de los estatutos y de sus normas. En un Partido plural con respeto excrupuloso a las minorías. Un Partido que no acepta el olvido a nuestras raíces obreras y trabajadoras. Un Partido que separa lo institucional de lo orgánico.Un Partido que se manifiesta y piensa en una izquierda social y real. En un Partido republicano y eminentemente laico. En un Partido Federal y no en una federación de partidos. En un Partido que no renuncia al discurso autónomo y propio frente al suave, flexible, dúctil y manejable discurso institucional.  
     Allá por los ochenta y pocos la bandera del Partido era roja. El escudo era el yunque, el libro, la pluma y el tintero. Además era el puño izquierdo cerrado y la rosa. Los militantes no eran llamados señores, sino compañeros por sus propios  compañeros. Su himno era la Internacional, que se cantaba orgullosamente después de cada acto (asambleas, comités, congresos etc) que se hacía con el puño izquierdo  cerrado. Ese modelo de Partido y esos símbolos eran, en aquellos tiempos, nuestras identidades  y de ellas me sentía, entonces, orgulloso y en la actualidad añoro.
     Actualmente en los actos no se canta la Internacional. No se saluda con el puño cerrado y elevado, no se relaccionan los compañeros como antes. Y eso ¿Que importa? ¿Que importancia tiene? ¿Que interés tiene una opción u otra?.
    Las formas son muy importantes y sobre todo en política. ¿Porqué un compañero/a se coloca una rosa roja en su solapa como si fuera un logo de "Floristería Alfredo" y no un escudo de un puño y una rosa que es nuestro anagrama?. ¿Que razón hay para ese cambio? ¿Porqué un compañero no saluda puño en alto en nuestros congresos? ¿Hay alguna razón detrás? ¿Hay algo que se quiere ocultar?.
    Son preguntas que me hago a las que no le encuentro respuesta. Pero me preocupa sobremanera que el abandono de esas determinadas formas sean coincidentes con la priopridad del discurso institucional sobre el partidario, de la prevalencia de los partidos socialistas de las autonomías sobre el Federal, del discurso dirigido a un derterminado sector de ciudadanos. 
    Todo ésto viene por un comentario de unos compañeros el otro día ,cuando yo comentaba y criticaba (porque se puede criticar), determinadas actuaciones de una  dirección del Partido. Estos compàñeros dijeron !!!Como está el guerrista!!! y lo hicieron como estando de cachondeo. A mi me molestaron en cierta medida. No por lo de guerrista, que no lo soy ( porque no existe ese miovimiento), sino por lo que significaba en referencia a la defensa de un modelo determinado de Partido del que ya se está tan olvidado  que parece imposible resucitar.

Pedro Villagrán 06.05.10

2 comentarios:

  1. Pedro:

    Si no hubiese desaparecido, practicamente, el guerrismo, las cosas estarían muchísimo mejor. Tendríamos un mensaje claro a la ciudadania y no el batiburrillo que tenemos.

    Felipe

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  2. claro, era tan republicano el guerrismo que Alfonso Guerra se negaba a entrar a los Congresos y a los actos en los que la bandera republicana estaba presente. ¿cómo puedes ser tan cínico Villagrán? ¿no te dan remordimientos? ¿o esque te crees tus propias mentiras?

    Largo Caballero

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