29 octubre 2012

EL PARTIDO GANADOR DE AYER Y EL DE HOY



       Ayer se celebró el 30 aniversario de la primera llegada de los socialistas al Gobierno Central. Fue aquella una fecha importante. Yo estaba en un colegio electoral en Carranque en Málaga Capital y después del recuento me fui a la sede del Partido en Diego de Vergara. Allí, entonces, también estaba la de la UGT. Cuando llegué, los compañeros estaban exultantes. Cantaban y cantaban entre cervezas y más cervezas. Unos cuantos, con el ánimo, empezaron a decir que había que ir al Gobierno Civil a manifestarse en la puerta. Aquella idea se fue animando y cogiendo cuerpo. Entonces, lo recuerdo como si lo estuviese viendo, Rafael Ballesteros se subió encima de una silla del bar, rodeado de la gente apretujada alrededor. Le era difícil empezar a hablar. Después comenzó a dar las felicitaciones a todos y a pedir responsabilidad con el magnífico triunfo. Habló también, en el recuerdo, de los que no estaban allí por causa de los desmanes de la derecha en tiempos pasados. Y exigió a todos tranquilidad y sosiego en estos momentos y que no hubiera ninguna alteración del orden. Todo el mundo se calmó, se siguieron tomando cervezas y allí se acabó bien pronto el festejo. Yo tenía esa foto en mi casa y no la encuentro pero la tengo en mi retina marcada como uno de los momentos más importantes de mi vida de militante.
       Y ahora que estamos con la retahíla de algunos solicitando cambios de personas que solo llevan en sus cargos no mas de nueve meses, y ello no les da la mínima responsabilidad en el deterioro de nuestra Organización, habría que pensar algo fundamental e importante. Habría que comparar  aquel Partido ganador y éste que hoy tenemos que tiene muchas derrotas encima y parece que no sabe como alcanzar el vuelo.
       Hay muchas diferencias. Pero es evidente que aquel era un partido ideologizado fuertemente. Era un Partido enormemente disciplinado, el color rojo era su bandera el puño cerrado su signo de identidad. Era internacionalista y la incompatibilidad entre las esferas orgánicas e institucionales era su norma. Era un Partido claramente Federal y su mensaje era el mismo desde Orense a Tarifa. Era bastante distinto en muchísimos aspectos.
       Si queremos cambiar para ganar de nuevo, cojámonos ese modelo. No perderemos el tiempo y conseguiremos hacer un cambio verdaderamente fructífero en nuestro, hoy, débil Partido.


Pedro Villagrán
30.10.12

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