HE ESTADO EN LA CONVENCIÓN DE ZARAGOZA.

      

 En este fin de semana he estado en Zaragoza en la convención del Partido Socialista cara a los comicios municipales y autonómicos próximos. El Grupo parlamentario del Senado, como grupo socialista en la cámara territorial se ha implicado de modo muy generoso en dicho cónclave para fortalecer nuestro estado autonómico, nuestra diversidad cultural, idiomática y territorial pero todo dando una configuración de unidad y bloque solidario entre todos, configurando entre todos el Estado Español del que todos nos enorgullecemos y presumimos de pertenecer.

      En esta convención han estado todos los candidatos autonómicos que se presentan en las próximas elecciones, los gobernantes autonómicos que han dejado paso a nueva  savia como Asturias o Aragón y todos los cuadros y responsables del Partido. Hay muchos militantes, algunos amigos míos, que piensan que dichas conferencias y convenciones no sirven para nada. Ello es incierto. Esos amigos míos son defensores e los Congresos organizados desde la más rígida estructura orgánica, donde todos los que asisten debaten allí posicionamientos políticos determinados que han sido ya debatidos en las Agrupaciones locales, en las bases del Partido, para, después de contrastar ideas, realizar debates sobre los temas  que sean se llegan a conclusiones que son fiel para cumplimiento exacto  de dichas normas. Pero es evidente que los tiempos han cambiado y que ese modelo de Partido donde los Congresos eran foros de debates hasta la extenuación , han pasado a mejor vida. Los Congresos sirven hoy para eligir a los órganos de Dirección y de control, pero para nada más , a no ser que sea una cosa totalmente altamente necesaria. Y entonces estas Convenciones sirven para hacer músculo, abrazar y abrazar compañeros, apoyar sinceramente las políticas que se están realizando y animarse y contraer compromisos personales con los compañeros. En mi caso particular  apoyar a mi grupo parlamentario que ha tenido un protagonismo determinado en esa convención y participar en el proyecto como un militante más.

     Los que no creyeron nunca, ni creen, en el Estado autonómico, que votaron en contra del Apartado VIII de la Constitución del 78, que siempre pensaron que era negativo dar cuotas competenciales determinadas a las Comunidades autónomas es normal que ahora, que pintan bastos en la economía, culpen a todo lo que significa autonómico, como causa de todos los males. Aznar dice que el Estado es inviable. ¡!!Que se lo digan a Camps!!!

   Lo que pasa es que hace falta un control por parte del Estado mayor que el que hay. El Sistema no es malo y como ejemplo vemos como ha mejorado nuestro país últimamente con este Sistema autonómico tan cerca de los ciudadanos. Esa cercanía en la gestión ha hecho mejorar la gestión de modo mas que importante. El tema es que el Estado no decline sus responsabilidades en centrar la gestión y el gasto.  Pero hay siempre diferencias. En Sevilla, en la convección popular de Arenas de la semana pasada, la opulencia, el lugar, el habitat político, las formas y los enclaves de encuentro, han desarrollado un evento realmente acorde al espíritu, las formas y la forma de actuar del PP. Yo tengo que decirte, amigo bloguero, que la Convención de Zaragoza no es que sea pobretona ni cutre, pero ha sido totalmente austera, sobria y rigurosa, desde el punto de vista ahorrativo, como corresponde a un Partido centrado, honesto y  limpio como es el nuestro. Importante diferencia con la fiesta hortera, de festejo y de jarana que celebraron los populares para celebrar el éxito en las encuestas. Allí, entre la fiesta por los sondeos, no sacaron ni una sola conclusión, ni una sola propuesta y ni una sola alternativa. El domingo, cuando nuestro Secretario General clausure la Convención, estoy seguro que habrá sobre la mesa un conjunto claro de propuestas, actuaciones, ideas, proyectos  y planes para no exclusivamente tener armas electorales contra nuestros adversarios políticos sino razones y programas para sacar a este nuestro país de la crisis, que es lo claramente importante.

Pedro Villagrán 29.01.2011