Allá por junio del 1979 había una manifestación en las calles de Málaga. La UCD había dado un decretazo a las pensiones y había desconsiderado unos acuerdos con los sindicatos y se había convocado por UGT y CCOO una manifestación en el centro de Málaga. Se habían, por supuesto, realizado todos los trámites legales, con permisos en el Gobierno Civil, al Ayuntamiento etc.
Cuando la cabeza de la manifestación, bastante numerosa, iba por Atarazanas (la calle estaba cortada para el paso de la manifestación por la Policía Municipal) tres coches de la guardia Civil con los guardias ametralladora en ristre cortaban la calle. (Yo no iba en la cabecera de la marcha pero si en la parte cercana a ella).
Allí fue la primera vez que le vi con su bigote y sus ojos amenazantes. Un compañero que estaba a mi lado me dijo: ”Es Tejero. Antonio Tejero” Gritaba con la pistola en la mano:” Se ha acabado esta manifestación. Hoy es un día de luto en España”. Hubo un total desconcierto. Yo me quedé con su timbre de voz. Ante aquellos guardias civiles todos decidimos marcharnos a nuestra casa totalmente desilusionados.
Allí vi por primera vez a ese fantoche con mostacho y le reconocí inmediatamente por su timbre de voz la tarde del 23 de Febrero en mi coche cuando en la radio estaba retransmitiendo el asunto del asalto al Congreso. Yo me dije inmediatamente: Es Tejero, el guardia civil de Atarazanas.
El 23-Febrero del 81 estaba yo en una finca de naranjos que yo tenía en Campanillas. En la vega del Guadalhorce. Estaba regando y recogiendo los restos de la poda de los naranjos, cuando José, el hombre que se encargaba de cuidar la parcela de naranjales, vino corriendo y con la lengua fuera y totalmente asustado me dijo "Pedro, Pedro un golpe de Estado. La Guardia Civil ha entrado en el Congreso". No le salía al bueno de José la voz del cuerpo. ¡!Vente a mi casa y escóndete!!.
Me monté inmediatamente en mi coche, puse la radio, abrí la cartera buscando los carnés UGT y del PSOE y los escondí debajo de la alfombra del coche. Abrí el maletero y algunos números del Socialista que estaban por allí desparramados los escondí en la caseta del pozo de la parcela. Me fui corriendo para Málaga para ir la Sede de la UGT donde estaban las fichas de los afiliados. Yo estaba entonces de Secretario General de la Federación de Sanidad de UGT. Cuando entré en Málaga, en la ciudad, había silencio en las calles y también un rum-rum extraño. Escondí las fichas de los afiliados y llamé a casa para ver como estaban mi mujer y mis niños. Todos bien. Todos bien. Ella me pidió que me fuera a casa inmediatamente. Yo le dije que ella era en ese momento la responsable absoluta de los crios. Yo tenía que hacer otras cosas que me parecían mas importantes. Yo me quedaría en Málaga con mis temas y ella con los crios se irían a Gibraltar en un barco de un amigo mío que estaba en ese momento atracado en "El Candado". No estaba totalmente de acuerdo pero asintió.
Yo me fui al Ayuntamiento. Compré unos bocadillos en la Alameda en una tienda de ultramarinos. Yo me fui al lado de Pedro Aparicio, el alcalde de Málaga. Con él estaban Curro Flores, José Miguel "el gordo", Leopoldo del Prado y algunos mas de los que no recuerdo sus nombres. Recuerdo que Leopoldo tenía un pistolón de los que da miedo. Yo siempre he tenido horror a las armas de fuego. Lo cogí entre mis manos y pensé que ojala que no tuviésemos que utilizarlo. Era lo único que teníamos para defendernos...bueno el pistolón y nuestro convencimiento y nuestra fé en nuestros ideales.
En el día de este aniversario mi recuerdo a los que se pusieron en primera fila para defender a la Democracia y a la Libertad. Mi homenaje y mi agradecimiento.
Pedro Villagrán 23.02.2011
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