27 diciembre 2010

LOS VERDIALES. UN ESTILO MAGNÍFICO DE FLAMENCO

      
       Mañana es el día de los inocentes. Cuando yo era un crío  los  padres nos gastaban bromas, nos decían mentit¡riquillas, nos hacían, así se llamaban, inocentadas. Los mismos periódicos ponían noticias falsas de fichajes de jugadores de fútbol, arreglos de calles que eran crónicas sus reposiciones, nombramientos falsos, etc. Al día siguiente el mismo periódico proclamaba  el bufo y todos tan tranquilos. Tenía aquellas costumbres una especie de bondad, de inocencia,  de simpleza, de cierta bobería. Pero nunca de tonto, nunca de necio ni de estúpido. Era más la ausencia de malicia, como los chiquillos que Herodes mandó degollar, según la rara historia de los curas de los santos inocentes con el del castillo, allá en la montaña con los guardias matando niños y las madres llorando.
       En Málaga, cuando los cristianos la conquistaron después de casi siete siglos (!!!Sierte siglos!!!) de dominación musulmana, se repartieron las tierras de la rica vega los conquistadores castellanos con su cruz y su espada a cuestas. Los musulmanes tuvieron, entonces, la posibilidad de huir mar adentro buscando nuevas , o antiguas tierras, o irse a los pueblos del interior para allí asentarse y crear sus propias comunidades. Costumbres nuevas, filosofías de vida diferente, forma de vestir distintas, comidas y  gastronomía diferentes, religiones ajenas, que ha hecho todo un enjambrado cambiante desde   1348 hasta hoy.
       Los verdiales tienen muchas historias diversas. Es un cante y un baile muy peculiar y que tiene muchas genealogías diferentes. Unos dicen que vienen y  que son de los montes de Málaga mantenidos allí por los moriscos después de la Reconquista. Otros que son y provienen de la rica vega de Málaga que muy ruralizada sube a los montes para allí asentarse.
    Yo he leído algunas informaciones sobre los verdiales pero puedo decir lo que he visto desde que en 1970 los escuché por primera vez en un Congreso de Medicina en Málaga. Después vine en 1977 a vivir en esta ciudad y ya me familiaricé con ellos.
    Le llamaban los tontos. Si así, como suena: los tontos. Y su fiesta era, y es, el 28 de Diciembre, la fiesta cristiana de los Santos Inocentes. Me parece un sinsentido el que le llamen tontos a los que cantan y bailen verdiales. La "fiesta" en Málaga es la luminaria de los verdiales. ¿Como puede ser posible que se les llame tontos sin más? ¿¿Que extraño sentimiento se les puede tener desde la ciudad a quien canta y baila el sabor  de lo rural en el verdial 
      Yo creo que en aquel tiempo, en aquella nueva democracia que se iniciaba, se abría un sitio , se desplegaba  un sitio para los verdiales. La ciudad los trajo a sus calles.  El sabor rural, aldeano y sencillo vino a calle Larios. Ya no solo a aquel Congreso de Médicos, donde presumían de modernos , sino a la calle Larios.
       Almogía Montes y Comares son los tres estilos de los verdiales. Los tres son nombres de tres pagos maravillosos de esta provincia, llenos de sabor extraordinario pero los tres son zonas rústicas, rurales y de difícil acceso.
     Al son típico de la toná fandanguera, del fandango con violín desafinado y muy agudo, con la guitarra española, la bandurria, el pandero y la pandereta, el tintuineo de los palillos. la voz agudisima del cantaor y el baile donde la mujer no levanta los pies del suelo y anda como arrastrándolos, recordando un posible velo en su preciosa cara que recuerda otros tiempos,hacen un cuadro sorprendente y totalmente mágico. Ese sonido me chifla y me tensa de una manera prodigiosa. Es flamenco, pero parece mas auténtico, menos contaminado, mas puro, menos contagiado de los ruidos de alrededor.
    Mañana es el día de verdiales. Parece que se va a celebrar en el real de la feria. Sitio distinto al de hace años. Primero en la Venta del Túnel (de maravillosos recuerdos), o de la Venta del Puerto de la Torre. Ante tanta gente se ha decidido hacerla en un espacio mas abierto. Perderá pureza pero no por ello perderá sabor junto a las copas de vino de los Montes.
    Allí seguirá sonando el violín desafinado y el cantaor tocará con su garganta en fuerte agudo pareciendo que sus venas del cuello se van a reventar. El alcalde de la banda con su varita con el rojo y amarillo,  dará las entradas y las salidas. Y se pasará un día de campo en la ciudad.
                   Por las cintas de tu pelo
                   Un canario se subía
                   Y se paraba en tu frente
                   Y en su boquita bebía
                   Creyendo que era una fuente.


O bien

                   En la Cala hay una fiesta
                   Mi madre me va a llevar
                   Como iré  tan compuesta
                   Me sacaran a bailar
                   Con mi par de castañuelas




                  Partío de verdiales, Partío de muchas viñas
                  Partío de Verdiales. Entre juncos y olivares
                  Estoy queriendo a una niña.
                  Y no me la da su madre.


En Pompeya en una casa destruida por la lava del Vesubio hay un magnífico mosaico donde se está cantando un verdial. Con arpa. Con platillos y panderetas. El mediterráneo siempre será el mediterráneo.


Pedro Villagrán 27.12.2010
































































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